Vivienda protegida de Illa Glòries
Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento impulsan más de 4.200 viviendas asequibles en Barcelona
El secretario de Estado de Vivienda destaca la capital catalana como ejemplo de cooperación institucional y control de precios
Barcelona entrega las primeras 60 viviendas públicas de la promoción Illa Glòries
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Barcelona ha sumado 4.213 nuevas viviendas asequibles gracias a la cooperación entre el Gobierno de España, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento.
Así lo ha anunciado este miércoles el secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana, David Lucas, durante el acto de entrega de las primeras 60 viviendas de la promoción pública Illa Glòries, en el distrito de Sant Martí.
Viviendas de la Illa Glòries
De esta cifra, 3.123 viviendas han sido impulsadas directamente por el Ministerio en colaboración con el consistorio barcelonés, mientras que otras 1.090 han contado con participación conjunta de la Generalitat y el Estado.
El objetivo, según ha explicado Lucas, es “corregir los desajustes” que existen en el acceso a la vivienda en Barcelona, Cataluña y en toda España.
“El Gobierno es consciente de que la vivienda es el primer problema de la ciudadanía”, ha subrayado el secretario de Estado, que ha hecho un llamamiento a reforzar la colaboración interinstitucional para dar respuesta a esta emergencia habitacional.
Barcelona, ciudad pionera en políticas de vivienda
Durante el acto, también han intervenido el teniente de alcalde de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, y el comisionado de Vivienda, Joan Riera, quienes han celebrado la culminación del primer bloque de la promoción Illa Glòries, que contará con un total de 238 viviendas públicas.
Lucas ha alabado el papel del consistorio barcelonés como “gran aliado en la aplicación de políticas que garanticen el acceso a la vivienda”, destacando su papel pionero en medidas como el control de precios del alquiler, recogido en la nueva Ley estatal de Vivienda, y en la lucha contra la turistificación mediante la limitación de usos residenciales para evitar el trasvase hacia el alquiler de corta duración.
Este impulso se enmarca dentro de una estrategia que pretende reforzar el parque público de vivienda en la capital catalana y posicionar a Barcelona como referente nacional en políticas públicas en esta materia.
