Las máquinas arcade están de vuelta en Barcelona: abre un bar gratuito con 40 recreativas clásicas de los 80

Una nueva propuesta de ocio adulto ha aterrizado en Horta-Guinardó, y no podría ser más retro: un bar dedicado a los videojuegos arcade clásicos acaba de abrir sus puertas con una premisa sencilla y seductora: entrada libre, 40 máquinas operativas y partidas sin coste a cambio de una consumición.

El local, bautizado como Next Level Bar, ocupa un espacio de 350 metros cuadrados y dos plantas, en el mismo lugar donde anteriormente se encontraba el pub Oasis, en la plaza Maragall.

El bar está decorado con referencias cinematográficas, luces de neón y estética ochentera, y promete convertirse en un nuevo punto de encuentro para nostálgicos y amantes del píxel.

Del Dance Dance Revolution al House of the Dead

El repertorio de máquinas es variado y pensado para cubrir todos los gustos: desde multijuegos con títulos como Tetris, Super Pang, Metal Slug o Pac-Man, hasta clásicos con cabinas originales como Daytona USA o House of the Dead, con pistolas láser para disparar zombis en pantalla.

Uno de los mayores atractivos es la máquina de Dance Dance Revolution, equipada con más de 4.000 canciones y lista para retar a quien se atreva a marcarse unos pasos.

Además de los juegos, el ambiente acompaña: música noventera, carteles de películas como Top Gun o Gremlins, y una barra donde se sirven cócteles y bebidas sin grandes pretensiones, pero con un enfoque claro en la experiencia lúdica.

Sin niños

Aunque su estética puede atraer a familias, el local funciona bajo licencia de bar, por lo que la entrada está restringida a mayores de edad.

Aunque muchos padres querrían venir con sus hijos y enseñarles lo que para ellos marcó su infancia y adolescencia,  este espacio está pensado como un refugio para adultos con alma de jugones.

Los horarios van desde las 18:00 horas hasta la medianoche de domingo a jueves, y hasta las 3:00 horas los viernes y sábados.

Desde Madrid

El proyecto es obra de cuatro socios madrileños que ya han probado con éxito este formato en la capital desde 2017. 

El de Barcelona es su primer local fuera de Madrid, y no descartan nuevas aperturas en otras ciudades, donde buscan rescatar una forma de jugar que marcó a toda una generación cuando los videojuegos no eran, ni de lejos, lo que son hoy en día. 

Con esta apertura, Barcelona suma una nueva propuesta de ocio para adultos que combina juego, cultura pop y nostalgia. Y, por ahora, sin necesidad de fichas ni monedas: solo basta una copa para volver a ser niño, al menos durante unas partidas.