El pantano de Sau, a 22 de junio de 2024, en Vilanova de Sau
Los embalses que abastecen Barcelona resisten pese a las olas de calor en verano: rozan el 80%
Los reservas de los pantanos se mantienen elevadas pese a las pocas lluvias de esta época del año, una situación que contrasta con la de hace apenas un año
Los embalses que abastecen Barcelona y los municipios de su área metropolitana resisten al calor del verano y las pocas precipitaciones.
Según los datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), los embalses de las cuencas internas del Ter-Llobregat se mantienen en un 79,08% de su capacidad, tal como figura en el informe que el organismo público realiza de forma diaria.
Esta cifra contrasta de forma muy positiva con la registrada hace justo un año, cuando apenas alcanzaban el 36,24 %, y se sitúa incluso por encima de la media de los últimos cinco y diez años, que era del 57,01 % y 67,23 % respectivamente.
Imagen del pantano de Sau-Susqueda tras las últimas lluvias
En total se acumulan 477 hectómetros cúbicos de agua, muy por encima de la media de los últimos cinco años (343,88 hm³) y también de la media de la última década (405,56 hm³), lo que refleja una recuperación sostenida del sistema tras varios años marcados por la sequía.
Sau y Susqueda se recuperan
Embalses como Sau y Susqueda, que el verano pasado mostraban niveles preocupantes y se convirtieron en el emblema de la sequía, han experimentado una notable recuperación: Sau se encuentra al 65,2 % (frente al 24,6 % del año anterior) y Susqueda al 81,2 % (antes solo 43,4 %).
La Baells y Sant Ponç registran un 89,78% y 89,12% de su capacidad respectivamente, mientras que la Llosa del Cavall roza el 85%, consolidando una situación hídrica favorable tras un período de restricciones y sequía.
Resisten pese al verano
De esta forma, en pleno mes de agosto y con el verano en su punto álgido, los embalses mantienen unos niveles de agua notablemente altos, consolidando así su recuperación tras la grave crisis hídrica que azotó Catalunya.
A pesar de las altas temperaturas y el aumento del consumo típico de estas fechas, las reservas hídricas se sitúan en torno al 79% de su capacidad total, un dato que contrasta fuertemente con el mismo periodo del año pasado.
Dos hombres sin camiseta pasean por Barcelona durante la ola de calor
Esta mejora responde, en buena parte, a las intensas lluvias de la pasada primavera. Embalses clave como Sau, Susqueda o la Baells muestran volúmenes muy por encima de los mínimos históricos registrados en 2023, y permiten afrontar el verano con mayor tranquilidad tanto para el abastecimiento humano como para el uso agrícola e industrial.
Aunque el riesgo de escasez no desaparece del todo, la situación actual refleja un respiro significativo para un territorio que ha vivido con preocupación los efectos del cambio climático sobre sus recursos hídricos.
Precaución
Aunque la situación actual de los embalses es favorable en comparación con los registros de años anteriores, el mensaje desde el Govern siempre ha sido el mismo: sigue siendo esencial mantener una gestión responsable del agua.
Las compuertas del embalse del pantano de Sau
El objetivo es afrontar los efectos del cambio climático, que genera ciclos irregulares de precipitaciones y largos periodos de sequía, seguidos de episodios intensos de lluvia, lo que dificulta la previsión a medio y largo plazo.
Por ello, se insiste en la necesidad de consolidar hábitos de ahorro y eficiencia hídrica tanto a nivel doméstico como en los sectores agrícola e industrial.
Paralelamente, se continúa trabajando en proyectos estructurales como la ampliación de desalinizadoras, la reutilización de aguas regeneradas y la modernización de infraestructuras de distribución, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema hídrico catalán más allá de coyunturas puntuales favorables.