Vista panorámica de paseo de Gràcia, Barcelona

Vista panorámica de paseo de Gràcia, Barcelona ARCHIVO

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Barcelona entra en fase de alerta por calor extremo durante el día

Este jueves se prevé que el pico de calor supere los 34 grados, una situación que supone un grave peligro para la ciudadanía más vulnerable

Noches tórridas e infernales en Barcelona: ¿Hasta cuándo durará este calor nocturno?

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Barcelona ha activado la fase de alerta diurna por calor intenso a partir de este jueves a las 10:00 horas.

El Ayuntamiento toma esta decisión dado que la situación meteorológica supone un peligro “alto” para la ciudadanía más vulnerable. Se prevé que el pico de calor pueda superar los 34 grados durante el día de hoy.

Gorras y agua

Esta alerta implica la puesta en marcha de toda una serie de actuaciones específicas de carácter preventivo, como el despliegue de equipos de calle de la mano del Centre d’Urgències i Emergències Socials (CUESB), en coordinación con el servicio de Protecció Civil municipal y en colaboración con Cruz Roja.

Las actuaciones se basan en informar a personas en situación de vulnerabilidad sobre la ubicación de los refugios climáticos y las fuentes públicas de la ciudad, y para repartir material preventivo como gorras y agua.

Noches tórridas

Esta nueva alerta se añade a la emergencia de calor intenso por noches tórridas del ‘Pla Calor’ que se mantiene activa –pasando también este jueves de alerta a emergencia– y que fue activada el 8 de agosto. Esta fase se activa cuando las temperaturas se prevén por encima de los 28 grados durante la noche.

Según el Observatori Fabra, la noche del domingo día 10 al lunes se registró una mínima de 29,7 grados, coronándose como la temperatura más cálida de la historia de la capital catalana

El 'Pla Calor' municipal está activo en fase preventiva desde el 15 de junio al 15 de septiembre.

¿Y después del calor?

Una vez superada esta segunda ola de calor, todo parece indicar que llegaría un embolsamiento de aire frío que, con el contraste del calor en superficie y el potencial gradiente húmedo de un mar caliente, aumentaría el riesgo de tormentas en la capital catalana.

Si bien es cierto que esto significaría un cambio de tendencia meteorológica respecto a estas últimas semanas, las previsiones a medio y largo plazo siempre hay que cogerlas con pinzas y hacer seguimiento de las mismas.