El metro de Barcelona esconde secretos que muy pocos conocen. Más allá de ser uno de los medios de transporte más utilizados de la ciudad, su infraestructura alberga fragmentos de historia que han pasado desapercibidos durante décadas.
Entre los miles de viajeros que cada día transitan por las estaciones del suburbano barcelonés, muy pocos se detienen a mirar más allá de los carteles digitales o las pantallas LED que anuncian los próximos trenes.
Sin embargo, justo encima de los letreros con el nombre de algunas estaciones, permanece un pedazo casi olvidado de la historia de la ciudad: antiguos anuncios publicitarios pintados directamente sobre las paredes del metro, visibles aún hoy, y que datan de hace más de medio siglo.
La estación de metro Passeig de Gràcia en Barcelona
Este insólito hallazgo —aunque a la vista— ha vuelto a salir a la luz gracias a la cuenta de TikTok Barcelona Lives, que viralizó un vídeo donde se mostraban al menos dos de estos anuncios históricos en la estación de Passeig de Gràcia, en la línea 3 (verde).
“Nunca me había fijado en los anuncios antiguos que aún se conservan encima de las placas del nombre. ¿Alguien sabe de cuándo son? Yo digo por lo menos medio siglo”, comenta el autor del vídeo.
Vestigios de otra era
Aunque muchas estaciones han sido reformadas en las últimas décadas, estos vestigios visuales del pasado siguen intactos en algunas paredes, recordando una época en la que el metro era no solo un medio de transporte, sino también un escaparate estático para los comercios y marcas de la ciudad.
En sus inicios, antes de que existieran los modernos vinilos o los paneles publicitarios electrónicos, la publicidad en el metro se pintaba a mano, con letras grandes, colores llamativos y un estilo gráfico propio del momento. Estos carteles servían tanto para promocionar productos como para informar a los usuarios sobre el funcionamiento del servicio o campañas institucionales.
Una imagen de archivo de la estación de metro de Passeig de Gràcia en Barcelona
Algunos de estos anuncios todavía conservan una sorprendente legibilidad, con tipografías antiguas y diseños que remiten a los años 40, 50 o 60. Y lo más curioso: han sobrevivido al paso del tiempo sin intervención alguna, protegidos por el olvido y por su posición elevada, fuera del alcance del vandalismo y de las reformas más superficiales.
Una cápsula del tiempo bajo tierra
El metro de Barcelona, inaugurado en 1922, es uno de los más antiguos de España y del mundo. Su primera línea conectaba Lesseps con Plaça Catalunya, y desde entonces ha sido testigo de todos los grandes cambios urbanísticos y sociales de la ciudad. No es de extrañar que aún conserve secretos que conectan directamente con la historia del siglo XX en Catalunya.
Hoy, en la era digital, los anuncios han evolucionado hacia pantallas interactivas y publicidad programática, pero estos carteles antiguos funcionan como auténticas cápsulas del tiempo que nos devuelven a una Barcelona diferente: más industrial, menos turística, más local.
Un convoy del metro de Barcelona en la estación
La estación de Passeig de Gràcia no es la única que esconde estas joyas visuales. Otras estaciones también conservan fragmentos de su historia publicitaria. Algunas de ellas incluso han sido objeto de proyectos de conservación patrimonial, aunque de manera discreta.
Patrimonio olvidado
Paradójicamente, este tipo de patrimonio histórico permanece a la vista de todos, pero pasa desapercibido para la gran mayoría de usuarios. No hay placas que lo indiquen, ni rutas turísticas subterráneas que lo destaquen. Solo quien levanta la vista o, como en este caso, los usuarios de TikTok más observadores, se dan cuenta del valor histórico de lo que tienen ante sus ojos.