Multas de hasta 200 euros en el metro de Barcelona: estas son las acciones cotidianas que te pueden costar dinero

El metro de Barcelona es una de las redes de transporte público más utilizadas de España, con millones de viajes anuales.

La infraestructura gestionada por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), conecta la ciudad y el área metropolitana, convirtiéndose en un pilar esencial de la movilidad urbana. Pero lo que muchos viajeros desconocen es que el uso inadecuado de este servicio puede acarrear multas de hasta 200 euros, incluso por comportamientos aparentemente cotidianos.

La parada de metro de Barcelona que cambió de nombre, de línea y de color: inaugurada en 1985

En los últimos años, TMB y el Ayuntamiento de Barcelona han reforzado las normativas con el objetivo de garantizar la seguridad, la convivencia y la eficiencia de la red. Aunque las sanciones están reguladas y publicadas en la ordenanza metropolitana, todavía sorprenden a muchos usuarios que, sin saberlo, pueden acabar siendo multados por algo tan simple como llevar un patinete eléctrico o subir con un perro en horario punta.

Imagen de archivo de un patinete eléctrico / GUARDIA URBANA

Patinetes eléctricos: totalmente prohibidos

Desde el 1 de febrero de 2023, los patinetes eléctricos tienen prohibida la entrada al metro, autobuses, tranvía y trenes de Catalunya. Esta medida se adoptó tras un grave incidente ocurrido en un convoy de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), cuando la batería de un patinete explotó dentro de un vagón. El suceso puso en evidencia el riesgo que estos dispositivos pueden suponer en espacios cerrados y llenos de pasajeros.

La normativa es clara: no está permitido transportar patinetes eléctricos bajo ninguna circunstancia, ni encendidos ni apagados, ni siquiera dentro de una funda o bolsa protectora.

Viajeros en un convoy del metro / MA

La sanción por incumplir esta regla puede alcanzar los 200 euros, lo que convierte a Barcelona en una de las ciudades más estrictas en este aspecto. Aunque algunos usuarios reclaman alternativas, las autoridades recuerdan que la medida responde a un criterio de seguridad colectiva.

La primera vez en el mundo que una estación de metro se convirtió en un escenario: ocurrió en este barrio de Barcelona

Viajar con perros: horarios y normas estrictas

El metro de Barcelona también es escenario habitual de debate por las normas que regulan el acceso de perros. Si bien se permite su entrada, existen limitaciones claras.

Durante los días laborables, no pueden viajar en horas punta, es decir, de 7:00 a 9:30 y de 17:00 a 19:00. Estas franjas horarias se reservan para evitar aglomeraciones en los vagones, ya que el suburbano alcanza entonces sus mayores niveles de ocupación.

Un perro viaja en el metro de Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Existen excepciones: en fines de semana, festivos y en el periodo estival comprendido entre San Juan y la Diada (24 de junio – 11 de septiembre), los perros pueden viajar en cualquier momento.

Sin embargo, deben cumplir una serie de condiciones: llevar bozal obligatorio, estar sujetos con una correa no extensible de máximo 50 cm, y solo se permite un animal por persona. Además, tienen prohibido ocupar asientos y no pueden usar las escaleras mecánicas, debiendo acceder mediante escaleras fijas o ascensores.

Nuevo corte en el metro de Barcelona antes de despedir el año: una docena de estaciones afectadas

El incumplimiento de estas normas también puede suponer multas de hasta 200 euros, un dato que muchos propietarios de mascotas desconocen hasta que se enfrentan a la sanción.

Un esfuerzo por la convivencia en el transporte público

Para TMB, estas regulaciones forman parte de una estrategia global de convivencia y seguridad en el metro, un espacio donde coinciden a diario miles de personas de perfiles muy distintos: trabajadores, turistas, estudiantes, familias y, en ocasiones, animales de compañía. La empresa recuerda que el respeto a las normas básicas es esencial para que el metro continúe siendo un medio sostenible, eficiente y cómodo para todos.

Estación de metro de La Sagrera de Barcelona / WIKI

No se trata únicamente de evitar sanciones, sino de garantizar un entorno seguro. Por ejemplo, el veto a los patinetes eléctricos responde a un riesgo técnico probado, mientras que las limitaciones de acceso de los perros buscan prevenir incidentes en situaciones de alta ocupación.

Informarse antes de viajar, la mejor prevención

Barcelona es una ciudad que apuesta por la movilidad sostenible y por ofrecer alternativas al uso del vehículo privado. En este contexto, el metro se presenta como una herramienta clave, pero también requiere de la responsabilidad individual de los usuarios.

Es por ello que se recomienda consultar periódicamente las normas vigentes para evitar malentendidos. Con sanciones que pueden alcanzar los 200 euros, es mejor informarse que pagar.

En definitiva, viajar en el metro de Barcelona implica no solo desplazarse con rapidez, sino también respetar unas reglas de convivencia que garantizan que el servicio funcione en armonía para todos.