Woody Allen en un montaje
Así es la casa que ha comprado Woody Allen en el barrio de Gracia de Barcelona: parcela de 1.600 m² con un diseño clásico
El director siempre ha mostrado admiración por el patrimonio cultural y arquitectónico de la capital, y poco a poco fue estrechando sus lazos con la urbe
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Barcelona siempre ha ejercido un magnetismo especial sobre artistas de todo el mundo, y Woody Allen no ha sido la excepción.
Desde que en 2007 rodó Vicky Cristina Barcelona, una película que recorrió medio planeta y se convirtió en una carta de amor a la ciudad, el director estadounidense ha mantenido un lazo particular con la capital catalana.
El cineasta Woody Allen volverá a Barcelona
Hoy, ese vínculo se consolida con la noticia de que Allen habría adquirido una residencia privada en el barrio de Gràcia, uno de los rincones más auténticos y bohemios de la ciudad.
Un romance que empezó con el cine
En pleno 2007, Allen eligió Barcelona como escenario de uno de sus proyectos más internacionales. Junto a Javier Bardem, Penélope Cruz y Scarlett Johansson, rodó una película que retrató la vida cultural, arquitectónica y emocional de la ciudad.
Durante ese rodaje, el cineasta quedó fascinado por una mansión modernista en el barrio del Putxet, una joya arquitectónica que sirvió de localización y que le dejó una huella profunda.
La mansión modernista del Putxet
Construida en 1917 por el arquitecto Eric Sagnier, la casa es un ejemplo sobresaliente de la modernidad catalana.
Su terreno de 1.600 m² y 1.100 m² construidos guarda tesoros que van desde suelos de mosaico hidráulico hasta techos de más de cuatro metros de altura.
La casa Tosquella es un edificio modernista ubicado en el barrio barcelonés del Putxet
Otros detalles como las barandillas de forja artesanal, las escaleras de roble macizo y una fachada decorada con piedra, cerámica y motivos florales terminan de convertirla en una obra de arte arquitectónica.
Más allá del rodaje: una conexión personal
Aunque Allen utilizó esta mansión únicamente como escenario de filmación, su relación con la ciudad no terminó ahí. El director siempre ha mostrado admiración por el patrimonio cultural y arquitectónico de Barcelona, y poco a poco fue estrechando sus lazos con la urbe.
Los nuevos Jardinets de Gràcia tras su remodelación
Según el mediático detective Pux, Woody Allen posee una vivienda privada en Barcelona, en un barrio que encaja perfectamente con su estilo de vida discreto y su necesidad de tranquilidad: Gràcia.
Gràcia: el barrio elegido por Woody Allen
Gràcia es un lugar con identidad propia dentro de la ciudad. Sus calles estrechas, sus plazas llenas de vida y su marcado ambiente artístico y bohemio lo convierten en uno de los barrios más especiales de Barcelona.
La decisión de Woody Allen no sorprende: es un entorno ideal para alguien que busca intimidad sin alejarse de la vida cultural, además de un espacio donde la privacidad convive con la vitalidad de la ciudad.
Una residencia con sello clásico y modernista
Aunque los detalles exactos de la vivienda se mantienen en secreto, las especulaciones apuntan a que la casa mantiene los elementos que tanto fascinan a Allen. Se habla de ventanales amplios, patios interiores, techos altos y terrazas con vistas panorámicas al barrio.
Todo apunta a que se trataría de un hogar donde se combinan la modernidad catalana con el diseño clásico que siempre ha sido de su interés, manteniendo ese aire elegante y atemporal que lo caracteriza como cineasta.
El refugio perfecto para un director internacional
Tener una casa en Gràcia significa para Allen poder disfrutar de Barcelona desde un lugar más íntimo y reservado. Mientras la ciudad atrae a millones de turistas cada año, el director puede resguardarse en un entorno donde prima la autenticidad.
De esta forma, Allen logra equilibrar la vida urbana con la privacidad que necesita alguien de su nivel de fama, rodeado de un ambiente creativo que lo inspira y lo conecta con la esencia cultural de la ciudad.
Woody Allen y su vínculo con Barcelona
La relación de Allen con Barcelona va más allá de esta residencia. El cineasta ha regresado en varias ocasiones para rodar escenas, participar en festivales y disfrutar de conciertos de jazz, su otra gran pasión.
Fotograma de 'Vicky Cristina Barcelona', de Woody Allen
Su elección de Gràcia es, en definitiva, una manera de reafirmar el aprecio que siente por la ciudad, su historia y su patrimonio artístico.
Un legado cultural en dos direcciones
Así como Allen se inspiró en Barcelona para su obra cinematográfica, también ha dejado huella en la ciudad. Tras el éxito de Vicky Cristina Barcelona, muchos turistas llegaron atraídos por los escenarios de la película, lo que se tradujo en un nuevo impulso cultural y turístico para la capital catalana.
Hoy, con su residencia en Gràcia, esa conexión se convierte en algo más duradero, un lazo personal que va más allá del séptimo arte.
Vínculo cultural y personal
La casa de Woody Allen en Gràcia no es solo una residencia privada, sino el reflejo de un idilio que comenzó con una película y que continúa con un estilo de vida arraigado a lo auténtico. Con una parcela de 1.600 m² y un diseño clásico, representa la perfecta fusión entre el encanto arquitectónico de Barcelona y la personalidad discreta del cineasta.
En definitiva, lo que empezó como un rodaje se ha transformado en un vínculo cultural y personal que une al director con una de las ciudades más inspiradoras del mundo.