Barcelona se prepara para despedir a uno de sus comercios históricos más emblemáticos. Lledó Mas, la tienda de alfombras y textiles de Plaza Urquinaona, bajará su persiana definitivamente el próximo 31 de diciembre de 2025.
Como tantas otras tiendas de la ciudad, el negocio se ha visto obligado a anunciar su cierre debido a la falta de relevo generacional y el cambio en los hábitos de compra, ahora más online, tal y como han adelantado La Vanguardia y El Periódico.
Cinco generaciones
Fundada en 1907 por Josep Lledó Más, la empresa comenzó con la producción y venta de alfombras fabricadas en Crevillent (Alicante), donde llegó a emplear a más de 200 trabajadores y a distribuir sus productos por toda España y el extranjero.
Desde sus primeros años, el negocio familiar ha atravesado cinco generaciones, adaptándose a los cambios del mercado y trasladando su actividad a diferentes localizaciones en la ciudad, incluyendo la calle Petritxol en el Barrio Gótico.
Su actual local en la Plaza Urquinaona abrió en 1940 y desde entonces se convirtió en un referente para los barceloneses que buscaban calidad y asesoramiento personalizado en alfombras y moquetas.
Alfombras de la tienda Lledó Mas en la plaza Urquinaona
De la producción local a la importación
A principios de los años 90, la fábrica original cerró, y los actuales propietarios, Mercè Guillo Lledó y Felip Llosas, orientaron el negocio hacia la importación de productos desde India y Pakistán.
A pesar de la modernización y de incorporar alfombras, esteras de fibras vegetales y pavimentos de moqueta para todos los gustos y presupuestos, Lledó Mas ha enfrentado en los últimos años los retos del comercio digital, con consumidores que prefieren la compra online al tacto directo de los productos en tienda.
La tienda no solo vendía alfombras; también ofrecía servicios de limpieza, reparación e instalación en lugares icónicos como el Palau de la Música.
Alfombras de la tienda Lledó Mas en la plaza Urquinaona
Cierre en masa
El cierre de Lledó Mas se suma a la lista de comercios históricos que Barcelona ha ido perdiendo en las últimas dos décadas.
El año pasado cerró Turkestan, otra tienda icónica de alfombras con 111 años de historia, y ahora la ciudad se despide de un negocio que ha estado activo durante 118 años.