Llega un sorprendente cambio de tiempo. Con las noches frías ya instaladas en Barcelona, las primeras nieves cayendo en los Pirineos y la vista puesta en la segunda quincena del último mes de otoño, llega el último veranillo del año: el de San Martín.
¿Por qué se produce?
El veranillo de San Martín se suele producir el día 11 de noviembre, fecha de su onomástica, en el que, durante los días colindantes, se da un repunte de las temperaturas.
Esta subida de los termómetros suele ir asociada a un estancamiento temporal del anticiclón, dejando cielos descubiertos, predominio del sol y un ascenso del aire cálido procedente del norte de África.
Mapa de predicción de anomalías térmicas para el veranillo de San Martín
Como todo refrán o costumbre meteorológica, no es una ciencia exacta, aunque este año el veranillo de San Martín hará honor a su tradición, llegando puntual, aunque pasajero.
Llegada del frío y el invierno
Con el veranillo de San Martín siempre se ha dicho que se da portazo a los repuntes cálidos de las temperaturas y se da la bienvenida a un ambiente estable, pero frío, propio de los meses de invierno en Barcelona.
Es, en definitiva, un momento de transición entre los últimos coletazos del verano y la llegada progresiva del frío, las altas presiones invernales y las nieves ya más asiduas en los Pirineos.
Previsión para el veranillo de San Martín
Una borrasca de origen atlántico situada en el oeste peninsular, entrando por Galicia y Portugal, hará ascender una masa cálida situada en el norte del continente africano hacia nosotros, trayéndonos una subida del mercurio y tiempo anticiclónico.
Para este veranillo, las temperaturas máximas sobrepasarán con cierta holgura la barrera de los 20 grados, pudiendo alcanzar incluso los 22 y 23 grados en las horas centrales del día, gracias a una incidencia solar todavía muy directa sobre la ciudad.
Meteograma de temperaturas a 850 hPa
Sin embargo, las mínimas seguirán frenadas, aunque no tan bajas como estas pasadas noches. Se darán mínimas suaves de entre 16 y 17 grados, favorecidas también, ya no solo por la masa cálida, sino también por una superficie que seguirá calentándose durante el día.
Un último factor que podría entrar en juego durante el veranillo es la calima o polvo sahariano, un fenómeno que se da cuando se sitúan bajas presiones en el norte del continente africano e impulsan restos de la arena del Sáhara hacia latitudes más altas como las nuestras.
Mapa de predicción de polvo sahariano en suspensión
Previsión más allá del veranillo
Notaremos los efectos de este veranillo hasta el sábado, siendo el viernes, muy probablemente, la jornada más calurosa.
No será hasta el domingo cuando las temperaturas empiecen a bajar transitoriamente hacia un descenso térmico que, aunque habrá que ir siguiendo de cerca los modelos meteorológicos, todo parecería indicar que desembocará en el primer aperitivo invernal de la temporada.
En cuanto a precipitaciones, se espera que la tarde y noche del viernes al sábado se imponga algo más la inestabilidad y se den algunas lluvias en Barcelona.
En cualquier caso, serán precipitaciones de carácter débil y aislado, sin previsión de que se sean grandes acumulados.
