Tras el fin de semana más frío del año en Barcelona -con máximas alrededor de diez grados y mínimas de cinco-, la ciudad ha experimentado un repentino cambio: ha entrado en modo entretiempo. Se espera una subida del termómetro que recuerda a un otoño templado más que a las primeras señales del invierno.
La causa de este vuelco meteorológico ha sido la llegada de una masa de aire más cálida, que contrarresta el aire polar del episodio anterior. En cuestión de días, los termómetros han escalado hasta 20 grados, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
No obstante, este lunes, 24 de noviembre, los valores se han disparado.
Calor antes del invierno
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), esta última semana de noviembre la capital catalana espera una temperatura otoñal, con valores elevados al mediodía y más fríos durante el amanecer y el atardecer.
Ejemplo de ello son los valores del mercurio este lunes, con máximas de 20 grados y mínimas de 14. El buen tiempo continuará martes y miércoles, con un descenso ligero pero todavía elevado en las temperaturas.
Temperatura semana del 24 de noviembre
El jueves llegará un breve paréntesis frío, con máximas que volverán a aproximarse a los 14 grados y mínimas de alrededor de cinco.
Por contra, de cara al inicio del fin de semana, el tiempo volverá a recuperarse y las temperaturas ascenderán de nuevo hasta valores similares a los del comienzo de la semana, dejando una sensación térmica suave poco habitual para esta fase final de noviembre.
No habrá precipitaciones
Ni la AEMET ni el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) anticipan lluvias durante los próximos días.
Las probabilidades de precipitación son mínimas y, aunque algún amanecer podría presentarse con nubes bajas, se espera que el cielo tienda a despejarse con el paso de las horas, especialmente al mediodía.
Mujer refugiándose del frío
Otoños más calurosos
Aunque los ascensos y descensos bruscos en noviembre no son del todo excepcionales, alcanzar los 20 grados en esta época supera la media climática para el mes, que normalmente se sitúa en torno a los 17 grados.
Este tipo de oscilaciones térmicas encaja también en una tendencia más amplia: los otoños de los últimos años han mostrado anomalías térmicas recurrentes, y los inviernos recientes han sido más suaves de lo usual, un fenómeno que podría deberse al cambio climático.
