Un anciano andando por una calle de Barcelona
La expresión catalana que usan en Barcelona cuando tienen prisa: “No existe ni se entiende en castellano”
Esta expresión catalana, sin una traducción literal, refleja con precisión el ritmo ágil y estructurado del día a día en las ciudades catalanas
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En el corazón de Barcelona, entre el bullicio de las principales calles, los pasillos del metro y las cafeterías a primera hora de la mañana, existe una palabra que solo quien ha vivido la ciudad comprende del todo: correcuita.
Esta expresión catalana, que no se entiende ni tiene traducción exacta al castellano, encapsula a la perfección el ritmo acelerado y organizado de la vida urbana en la capital catalana y en distintas ciudades de Catalunya.
Si alguna vez has recorrido las calles de la ciudad esquivando turistas, mirando el reloj y preguntándote si llegarás a tiempo, es probable que hayas ido "a correcuita", aunque no lo supieras.
¿Qué significa “correcuita”?
La palabra correcuita es una forma compuesta de los términos catalanes córrer (correr) y cuita (urgencia o apuro). Literalmente podría entenderse como "correr con prisa", pero su significado va mucho más allá.
El paseo de Las Ramblas (Barcelona), abarrotado de gente debido al crecimiento del turismo en la ciudad de Barcelona
Se usa para describir esos momentos en los que alguien va apurado, corriendo de un lado a otro para cumplir con múltiples compromisos, sin perder el foco.
En español podríamos traducirla como “andar con prisas” o “ir de cabeza”, pero ninguna expresión logra capturar el mismo matiz cultural y cotidiano que correcuita tiene para los barceloneses.
Una palabra muy de Barcelona
En Barcelona, decir “Vaig a correcuita” (voy a correcuita) no necesita explicación adicional. Es la forma natural de justificar llegar tarde, esquivar saludos en la calle o simplemente describir una jornada laboral intensa. Esta expresión refleja el ritmo vital de la ciudad: rápido y exigente.
Gente paseando por la Barceloneta en un día soleado
Correcuita y la identidad catalana
Correcuita también es un reflejo de la identidad lingüística y cultural catalana. Aunque se entiende dentro del ámbito de la lengua catalana, su uso es especialmente frecuente en Barcelona y otras zonas urbanas de Catalunya. En lugares como Valencia o las Islas Baleares, se prefieren expresiones distintas para describir la prisa.
Este carácter local la convierte en una palabra identitaria. Forma parte de ese vocabulario que une a los hablantes, que genera comunidad.
Otras expresiones catalanas
Otra expresión muy común en Barcelona y sin traducción es ser de l’any de la picor. Una frase que, por más que intentes traducirla, pierde todo su sentido.
La expresión suena con frecuencia en las calles de la ciudad. Alguien señala un trasto en el desván, un mueble anticuado, una moda ya superada… y suelta con sorna: Això és de l’any de la picor.
Trasfondo histórico
Lo curioso es que esa frase tan aparentemente inofensiva encierra siglos de memoria colectiva. Suena graciosa, sí, pero tiene raíces en un episodio oscuro. Y eso la hace aún más fascinante: combina la ligereza del habla cotidiana con un trasfondo histórico real.
El “año del picor” no es una metáfora sin base. Existe una referencia histórica concreta: el año 1471. En esa fecha, una epidemia de sarna se propagó por Catalunya y otras regiones de la península, dejando tras de sí una ola de malestar e incomodidad.
No hace falta haber leído crónicas medievales para usarla: basta con tener oído local y saber que hay objetos —y personas— que ya no son de este siglo, ni del anterior, sino casi de otro milenio.