El Proyecto Eje está dando voz a los más desfavorecidos y rompiendo los tabúes. La exposición, abierta al público hasta el 27 de abril en el Consulado de Argentina, está íntegramente creada por participantes con una discapacidad. 

Este proyecto, liderado por la profesora Nora Corradetti, junto con la licenciada María Fabiana Libertella y la Asociación ‘Amigos del Proyecto Eje’, tiene como objetivo que aquellos que no se puedan expresar de forma verbal, consigan hacerlo mediante las artes visuales. Para poder llegar al máximo potencial, el proyecto individual tiene una duración de aproximadamente un año y medio.  Los ‘formadores’, como llaman a los profesionales que les acompañan en el proceso, exploran, junto a los participantes, proyectos fundamentalmente visuales para poder conseguir reforzar las habilidades, como dicen ellos, conseguir “el puedo”. El objetivo es disipar los miedos y fortalecer la inclusión y la comunicación.

Pieza de la exposición Proyecto Eje / MARÍA JOSÉ BARRAZA 



El Proyecto Eje está basado en 'cuatro pilares': Lo vincular, lo ecológico, lo creativo y lo comunicacional. El primer pilar fundamental, lo vincular, se basa en la importancia del primer contacto con la persona: dónde y cómo sucede. Los expertos explican que se debe hacer en un ámbito cómodo y sin prejuicios para poder aprovechar la experiencia artística al máximo. El ecologismo también es importante, sobretodo para la formación creativa de los participantes. Las piezas que otra persona tira a la basura, los formadores la recuperan y las utilizan para estudiar otras realidades de otras personas y se exploran los posibles nuevos usos.  

El tercer pilar es la creatividad. Cada persona tiene un proyecto específico con los elementos plásticos utilizados de diversas maneras y su crecimiento se va documentado con el tiempo. Finalmente, se trabaja la parte comunicacional. Este trabajo se hace con un “continuo y complejo trabajo de transversalidad entre los artístico y lo comunicacional.” Se desarrolla la conexión que tiene el paciente tanto con su propio cuerpo como con estímulos externos (lo visual, lo sensorial o lo auditivo)

Los otros protagonistas del proyecto son los 'formadores'. Estos guías tienen un trabajo muy delicado, por lo que tienen que ser personas empáticas, curiosas, predispuestos, capaces, creativos y que puedan apreciar lo distinto que pueden aportar inteligencias diferentes. 



Dibujo de Sofía González Bonorino / PROYECTO EJE 



Como dijo Carlos Skliar, escritor e investigador argentino: “No hay normalidad. No hay anormalidad. Todo está hecho de lo humano, todo es irremediable y absurdamente humano”. 

La exposición clausura el viernes 27 de abril y en ella asistirán cuatro de las seis personas con diversidad de funcional que integran el proyecto. Sofía González, que dibuja sobre óleo y también esculpe; Bárbara Baldi, que ha trabajado el acrílico y ha realizado colleges sobre lienzo y madera; Clarita García, un ade las más jóvenes y creadora de collages y María Micaela Saubidet, otra joven que ha trasladado algunos de sus trabajos dibujados con acrílicos sobre tela. María José Barraza y Pablo Igarreta no han podido venir a Barcelona pero trabajan el acrílico y un estilo impresionista muy distinto al del resto del grupo. 

 

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