La gallina es una metáfora de la vida del protagonista. Una canción creada por algunos compañeros de clase durante su infancia es el detonante de la historia de Josefina la gallina, puso un huevo en la cocina que hoy se estrena en la Sala Atrium de Barcelona.
Esta obra “me ha servido para hacer mucha autocrítica, reconocerme y reírme de de mi pasado. Ha sido un ejercicio personal y al mismo tiempo, confrontados”, cuenta Rafael Flores, el protagonista que actúa entre unos cuantos elementos importantes en la obra: los huevos. La directora, Diana Magallón, cuenta que es el primer monólogo que producen con tanta personalidad, pese a que Vaca35 cumple 11 años sobre los escenarios. Al lado de Rafael, la otra protagonista que compone la escena, la música. En Josefina la gallina puso un huevo en la cocina, la música es otro personaje, no un mero complemento. Acompaña y cuenta. Es un diálogo entre la música y el monólogo.
El acordeón de Alberto Rosas, creador musical para teatro que asegura lo difícil que es vivir de ello, por lo que combina este trabajo creativo con el de profesor de música en Ciudad de México, lugar de donde vienen todos los miembros del equipo.
Una ciudad “que genera un caldo interesante donde cultivar experiencias para luego traducir”, por ejemplo, en una obra de teatro, explica el asesor de dirección, Damián Cervantes.
Y de Ciudad de México se han traído unos mapas elaborados en papel mural que cuelgan en el fondo de su escenario. La conexión de esta gran urbe con el personaje contextualiza los patrones de una sociedad abierta a nuevas formas de vivir y aferrada a algunas tradiciones que nublan la posibilidad de crear otras identidades.
Y de lo humano puede presumir el equipo de Vaca35. Según Rosas, el equipo investiga el arte y a sociedad. “No solo montan una obra de teatro. Su propuesta es muy humana en los tiempos deshumanizados que vivimos hoy” y actualmente, barajan ideas para crear una obra sobre el transcurso del tiempo.
El equipo, que triunfó en la Fira de Tàrrega de 2014, ha decidido venir a Barcelona por su cuenta, sin festivales que les enmarque. Así, como son sus obras: libres e independientes y apasionados por su trabajo como han demostrado en una cita con Metrópoli Abierta previa al debut de Josefina la gallina de esta noche en la capital catalana. Después de Barcelona, regresarán a México donde actuarán en Veracruz.
De CDM a BCN, esta vez, ‘l’ou com balla’ lo hace al son del cardenche acordeónico, propio de Coahuila y Durango. El 13 de junio sube el telón y Barcelona abraza el teatro chilango.