Ella es artista, algo más que diseñadora gráfica, su oficio. Lo primero complementa lo segundo. "No podría pintar de la manera en que lo hago si antes no pensara con cabeza de diseñadora y disfruto de sentirme mejor diseñadora gracias a ser artista". Así se considera Valeria Guarnieri, apasionada del proceso de elaboracion del vino, crea la imagen de algunos vinos de su tierra natal, Argentina. Guarnieri se dedica a vestir uno de los elementos más preciados sobre cualquier mesa, pero que pocos se plantean, el etiquetaje de vinos: un detalle que engalana con belleza y precisión esta artista argentina conocedora de los procesos de producción de tan estimada bebida.
¿Es lo mismo diseñar la etiqueta de un vino, que un cava, un licor o una cerveza?
Para cualquier diseñador especializado en etiquetas, el desafío es el mismo. Sin embargo, descubro un mundo completamente diferente en el cual inspirarme al conectar con los sutiles detalles que envuelven a cada bebida en particular.
Soy una gran admiradora del proceso del vino, de principio a fin. Desde su origen, como cepa en el viñedo; su reposo y resistencia en el invierno; su preparación y de la alegría de recibir, a través de la poda, la primavera, su desarrollo de taninos y protectores innatos de los rayos solares en la estación estival, hasta su cosecha. Y recién allí, en su arribo a la bodega, donde se le recibe con extremo respeto por cada grano, su lenta transformación hasta que exprese, paso a paso, todo su potencial.
¿Qué es lo más rentable de etiquetar?
No sé si es más rentable diseñar una u otra etiqueta, sí puedo afirmar que para mí esta actividad es una vocación que desarrollo con gran pasión y agradezco que la rentabilidad venga como añadidura. Siento la fortuna de vivir en un momento de auge de la cultura del vino y habitar en una zona vitivinícola por excelencia, lo cual me permite trabajar con emprendedores de todas partes que se encuentran desarrollando sus propias marcas y etiquetas para vinos de Bélgica, Suecia, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Australia.
¿Cuál ha sido el encargo más sibarita?
Recibo un gran aporte personal por parte del ingeniero agrónomo y del enólogo con quienes trabajo, lo cual es toda una responsabilidad y un desafío para mi porque es como si me prestaran a uno de sus hijos por vez, al cual tengo que darle un nombre, una vestimenta, una identidad y acompañarlo hasta comprometerlo para “casarse bien”.
¿Cómo es una etiqueta de calidad?
La calidad en una etiqueta se da por el conjunto de decisiones tomadas por un diseñador que resultan en una imagen altamente valorada por el consumidor. Más allá de lo que podríamos establecer como parámetros de calidad en una etiqueta, hay un elemento de gran valor agregado, diferenciador que es el mensaje a transmitir. Busco transmitir algo más que una bebida, una historia única y personal ligada a cada botella. Se trata de lograr una imagen de producto que llegue, que impacte visualmente y haga ese 'click' de empatía con su consumidor. Esto va más allá de la calidad como la entendemos habitualmente. La manera de conectar con el consumidor en la actualidad apela más a la conexión emocional, que el producto tenga que ver con él sobre todo lo demás.
¿Cuál es la información que sí o sí tiene que aparecer en una etiqueta?
La marca del vino, varietal, la cosecha, la pelación de origen, el lugar de procedencia y la ubicación geográfica. En un segundo plano, en la contra etiqueta no debe faltar el tiempo de crianza, el grado alcohólico, el contenido y los datos legales según el pais de elaboración y el destino final.
¿Qué etiquetas ha elaborado?
Las etiquetas de vinos y espumantes son mis favoritas, pero también para aceite de oliva virgen extra y sake (bebida alcohólica de arroz original de Japón). En mis inicios, antes de dedicarme casi exclusivamente al diseño de etiquetas relacionadas con la uva, desarrollé la imagen de productos artesanales como grapa, dulces, panificados, pastas, frutos secos, productos regionales, alfajores, chocolates, perfumes, cremas y jabones.
Diseño para una bodega argentina / VALENTINA DEL MAR BANYULS
¿Para qué marcas ha trabajado?
Trabajo para marcas de vinos de bodegas argentinas que exportan a Europa y Estados Unidos. Algunas marcas que me han inspirado a trabajar apasionadamente y que destaco como identitarias de mi labor de diseño y arte son: Tozai, Seaside (sakes de Japón), Bodini, Pireko, Chaman, Areyna, Mapema, Curioso, Luca, Celestina, Rosell Boher (argentinos). Tierra Seca, Mayu, Doña Dominga Casa Silva (vinos chilenos) por mencionar algunos.
¿Diseñas el dibujo manual y luego digitalizas o usas métodos de diseño digital desde el principio?
Correcto, siempre empiezo de manera manual, ya sea sobre una tela, un papel o una tablet. Luego digitalizo. Así elaboro algo que nació de manera orgánica y no tecnológica desde el principio.
Guarnieri prepara una exposición de pintura el próximo mes de mayo en el Consulado de Argentina en Barcelona, de la mano de su gestora, Vera Ravera.