Son muchos los usuarios de Instagram que siguen a cuentas foodie, de motor, fitness o de coaching. El target de todas estas es mucho más amplio que el de otras cuentas, al ser historias reales los seguidores se identifican y se sienten más cercanos al perfil. Instagram cuenta con 1.000 millones de usuarios activos en un mes y es la red social con mayor crecimiento, muchas de las cuentas son puro 'postureo', pero algunas muestran la cruda realidad a la que a veces nos hace enfrentarnos la vida.
Por este motivo han sido varias las personas que han decidido explicar sus historias en las redes sociales. Uno de los pioneros fue Pablo Ráez, un deportista de Marbella al que le detectaron leucemia en marzo de 2015. El joven decidió grabar un vídeo a favor de la donación de médula que superó el millón de visitas. Visto el éxito, Ráez empezó a incrementar su número de seguidores y su cuenta de Instagram pasó a ser un espacio motivacional, donde la gente le daba apoyo y le animaban a seguir luchando.
PEPITA MOLA, LA ACEPTACIÓN DEL CROMOSOMA EXTRA
Un caso muy diferente, pero también de admirar, es la cuenta de Pepita, una niña de cuatro años con Síndrome de Down. Gestionado por su madre, el perfil de Instagram de la pequeña está lleno de imágenes sobre su día a día, las virtudes de su situación y las luchas constantes a las que se enfrenta. Gracias al perfil de Pepita muchas familias han implementado las prácticas de Pepita a la hora de educar a sus hijos con Síndrome de Down.
CÁNCER, UNA NUEVA ETAPA DE LA VIDA
“La vida es algo que hay que morder, y en cada boca tiene un sabor”. Con esta frase introduce Crissy su cuenta de Instagram. La joven, también con cáncer, empezó hace un mes explicando su historia en las redes. En 30 días ha conseguido reunir a más de 15.000 personas explicando su experiencia personal. En las imágenes que publica junto a varios textos también pide a los usuarios que sean donantes de médula. Todos los comentarios que recibe son positivos y motivacionales.
FAMILIAS NUMEROSAS, COMO VIVIR CON ELLO SIENDO MUY FELIZ
Otra de las cuentas de Instagram para sacarse el sombrero es la de Paloma Blanc, una mujer que con 34 años ya tiene ocho hijos. En las redes se llama “7 pares de katiuskas” y representa su día a día a través de Instagram. “El mayor regalo que les puedo hacer a mis hijos es ser hermanos, más que cualquier par de zapatillas de marca”, describe la madre. Un perfil muy similar es el de Rosa Pich, viuda y madre de 18 hijos, tres de los cuales fallecieron por enfermedad.