Las redes sociales son una auténtica odisea para los influencers. Aunque viven de sus seguidores y de la interacción que estos aportan a sus perfiles verificados, muchas veces los creadores de contenido han de lidiar con auténticas barbaridades.
Hay aspectos de la vida privada que muchos guardan para ellos mismos, pero Laura Escanes es transparente como el agua. Desde siempre la joven influencer catalana ha mostrado su realidad. No ha tenido ningún problema en hablar de los kilos que cogió durante el embarazo, o de su relación con el televisivo Risto Mejide, por lo que hablar de lactancia materna no iba a suponer ningún impedimento para la instagramer.
LAURA, CONTUNDENTE
Por petición popular Laura explicó en sus redes sociales que había decidido no amamantar a su hija Roma. "Espero que no se me juzgue por esto", sentencio Escanes, que aseguró que cada mujer era libre de hacer lo que quisiera con su cuerpo.
Ante la oleada de realidad, la joven ha recibido cientos de comentarios positivos aplaudiendo su actitud y su decisión. Otros tantos fueron despectivos, machistas y crueles con la joven, alegando que debía dar el pecho a su hija porque era "lo más natural y mejor para el bebé".