Custo es Custo. El diseñador barcelonés no ha podido evitar presentar una colección que lleva su seña de identidad: el color y los estampados imposibles. Para esta 25 edición de la 080 Barcelona Fashion, la firma ha querido dirigirse a "una mujer que no tiene miedo de hablar y ser escuchada". 

Wet Paint es un tributo a la individualidad, un "trabajo creativo que persigue descubrir el cuerpo de la mujer a través de líneas y volúmenes experimentales con aperturas muy presentes. Siluetas muy lineales que dejan ver el cuerpo a través de ventanas". Bajo ese concepto las modelos de la pasarela barcelonesa han lucido prendas alocadas y divertidas con un toque mucho más sensual que otros años en la pasarela del Recinto Modernista de Sant Pau. 

UNA COLECCIÓN ROMPEDORA

Custo Barcelona, creada a principios de los 80 por los hermanos Dalmau, ha sacado a relucir tejidos metalizados –al igual que en sus anteriores desfiles– y estampados étnicos. Los modistos han apostado por los colores fluor y pastel dejando de lado los tonos neutros, además de haberse atrevido con aperturas infinitas que descubrían cada milímetro de las maniquíes. 

La firma ha querido homenajear a su clientela más atrevida y rompedora rescatando formas de los años 90. Con una colección plenamente estival, a pesar de algún que otro abrigo o capa, el diseñador que desfila cada temporada en la New York Fashion Week ha hecho uso de pailettes, plumas, transparencias, lentejuelas y bordados con frases al más puro estilo Pinterest que han conformado un resultado divertido, ecléctico y único en la línea de la siempre extravagante marca barcelonesa.

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