El 22 de julio de 2014, vecinos de la Barceloneta salieron por primera vez a la calle. Entonces, se mostraban desbordados por el turismo incívico y de borrachera que recorría sus calles. Este sábado, tres años después, la denuncia se repite. Pero esta vez, a pie de mar con una cadena humana contra el turismo masivo. El mismo modelo, que según denuncian, les echa de sus viviendas, de sus calles y hasta de la playa.
“Nosotros sobramos en el barrio y para ir a la playa me tengo que ir de aquí porque da asco. Es la ciudad sin ley”, explicaba a este medio uno de los vecinos del barcelonés barrio marinero, Pepe García, que vive en la Barceloneta desde 1970.
Como él, otros muchos vecinos han visto como el turismo desbordado, de borrachera y la especulación inmobiliaria han deteriorado las calles y la vida de barrio de la que podían disfrutar años atrás. Por ello, medio centenar de vecinos han vuelto a salir para clamar contra la turistificación.
MENOS ESPACIO, MÁS ESPECULACIÓN
Bajo el hashtag #CapMésEstiuComAquest, cerca de 250 manifestantes se han dado cita a las 10:00 horas en ‘la calita’ para exigir un cambio de modelo turístico y acabar con el incivismo, la “expulsión vecinal del espacio público”, la especulación inmobiliaria o la inseguridad que dicen vivir en sus calles, especialmente durante la noche.
Denuncian la proliferación de pisos turísticos, los mismos que les llevaron a manifestarse en 2014 por sus efectos en el barrio. Pero también claman contra los denominados desahucios invisibles, fruto de la especulación inmobiliaria, o la proliferación de hamacas que les quita ese espacio público del que ya no disfrutan libremente.
Quejas que con solo dar una vuelta tanto a plena luz de día, o de madrugada, por las calles del barrio se puede comprobar por qué los vecinos de la Barceloneta han vuelto a estallar. Personas que acuden a comprar a locales cercanos a la playa y lo hacen únicamente con el bikini o bañador puesto, o personas que duermen en la playa, algunos de ellos en estado de embriaguez, mientras otros practican deporte o buscan un sitio en la arena. De hecho, para dejar constancia de todas estas actuaciones incívicas, varios afectados han colgado vídeos en las redes sociales para así dar cuenta de la situación.
En 2014, los vecinos que se manifestaron gritaban un "no queremos pisos turísticos" o "Este barrio no está en venta". Mensajes que este sábado se han podido volver a leer junto al mar, en camisetas, pegatinas o gritos a viva voz. Todo ello, ante la mirada de los primeros bañistas que ya habían tomado posición en la arena.
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