Después de dos meses de caceroladas nocturnas, los vecinos del Raval han convocado este sábado 9 de septiembre una manifestación en la que quieren visibilizar la unidad del barrio en la lucha contra los narcopisos que han proliferado paralelamente al aumento del consumo de heroína. La protesta, a diferencia de las rutas anteriores, ha sido convocada frente a la sede del distrito de Ciutat Vella para interpelar directamente al Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno central para que pongan fin al tráfico de drogas que anida junto a sus hogares.

Este mismo viernes, a modo de preludio de la manifestación, la Policía Nacional ha desarticulado un grupo dedicado al tráfico de estupefacientes con sede en el Raval. En total, la operación se ha saldado con 11 detenciones y la incautación de 10,2 kilos de heroína.

La presencia de estos puntos de compra y venta de droga dura operativos las 24 horas no solo supone un trajín constante de traficantes y adictos en el barrio, sino que deja escenas devastadoras que se han convertido en el pan de cada día de sus vecinos. Jeringuillas, heces y colchones en escaleras y vía pública, peleas con armas blancas, amenazas a comerciantes y residentes o portales reventados son algunas de las situaciones que soportan los que viven en Raval y, especialmente, en las calles más acechadas por los narcopisos, como Roig, Picalaquers, Riereta, Guàrdia o Robadors.

Si bien es cierto que recientemente se ha producido un rifirrafe entre la plataforma que convoca la manifestación de este sábado,'Veïnat del Raval' y la Associació de Veïns i Veïnes del Raval, que convocó una protesta ayer mismo con los mismos objetivos, sus organizadores insistieron en un comunicado en que la convocatoria debe estar marcada por la “libertad de consignas, pancartas y marcas de colectivos vecinales”. Se trata, pues, de exhibir contundencia ante las instituciones para acabar con la lacra de los narcopisos.

Miembros de la Associació de Veïns i Veïnes del Raval frente al Ayuntamiento / A.V.D.



CONTRA ESPECULADORES

La convocatoria para esta manifestación no solo señala a traficantes e instituciones, sino que también arremete contra los “bancos y especuladores que se desentienden de sus propiedades vacías y son, por sus omisiones, los más confortables alojadores de los narcos, que tampoco dudan en usurpar los hogares de familias”.

Desde la asociación de vecinos del Raval también alertaban de la especulación inmobiliaria que en el barrio. Su presidente, Josep García, apuntaba directamente al fondo inversor MK Premium que habría comprado más de 40 viviendas en diferentes inmuebles del Raval.

En respuesta, la empresa emitía un comunicado en el que presumía de haber cerrado más de 70 narcopisos y de “contribuir a dignificar la imagen del barrio y recuperar su legado arquitectónico”. Su socio fundador, Daniel Leiva, aseguraba que “llevamos años limpiando edificios de okupas” destinando “una gran inversión en medidas de prevención”.

Vecinos del Raval en una de las caceroladas diarias / Twitter @accioraval



Como era de esperar, el comunicado de MK Premium ha indignado a los vecinos que acusan a la inmobiliaria de especular en el barrio para “expulsar a familias” y revender los inmuebles una vez bajan sus precios tras conocerse que allí se trafica con drogas. Así lo afirman desde la web de la asociación cultural del Raval EL LOKAL avisan al fondo inversor que “la manifestación va contra su empresa y sus prácticas” y de que la hacen directamente responsable de hacerles fuera del barrio.

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