Manuel Valls ha regresado al Raval. Lo ha hecho para recorrer sus calles, hablar con los vecinos, interesarse por sus problemas y proponer soluciones y les ha prometido mano dura contra la delincuencia que se ha adueñado del barrio en los últomos años.En un recorrido por el corazón del barrio, el alcaldable por Barcelona pel Canvi - Ciutadans ha escuchado de boca de los vecinos los enormes problemas que les toca sufrir en su día a día, que les angustian y les mantienen permanentemente en vilo.

El ex primer ministro francés, que esta vez no ha sufrido ningún escrache, "aquello me hizo muy feliz", ha afirmado con cierto tono irónico, asegura que "en este barrio la inseguridad se hace insoportable". Por ello se ha comprometido a "acabar con el miedo que tienen los vecinos". ¿Cómo? "Con mayor presencia policial y con un plan de convivencia para el espacio público", ha asegurado.

PLAN DE DINAMIZACIÓN

Ha resaltado otros de los problemas que sufre el barrio, como "la iluminación, la limpieza, el tráfico de drogas, la prostitución, la ocupación" y se ha ofrecido como "el alcalde que vuelva a dar seguridad y orden público".

El candidato ha conversado con dos francesas que viven en Barcelona / CR



Sobre sus propuestas para el barrio ha destacado "un plan de dinamización económica, comercial y cultural", aumentar la presencia de los servicios públicos, "sobre todo de la guardia urbana y de los mossos", la puesta en marcha de un "pacto entre todas los cuerpos de seguridad". "Barcelona necesita liderazgo, un proyecto potente, seguridad, buena gestión e ilusión", ha añadido.

PAISANAS Y SKATERS

Valls, que ha iniciado el recorrido por el barrio en la plaza de Terenci Moix, ha continuado por Joaquín Costa, la calle del Carmen, Àngels, Elisabets y ha terminado en la plaza Bonsuccés, donde ha mantenido una reunión con un grupo de vecinos del barrio.

Durante el recorrido, ha escuchado a vecinos que han sido "amenazados de muerte por traficantes" y que prefieren "no salir en los medios" por miedo; se ha encontrado con una pareja de francesas que quieren instalarse en Barcelona, "aunque no sabían que en el barrio hubiera tanta inseguridad"; ha sufrido el paso de los inevitables skaters y ha llamado la atención de los transeúntes que no han dejado de hacer fotos del candidato.

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