El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha afirmado que la operación contra el narcotráfico en el barrio del Raval pretende volver a dar seguridad en una zona en que se había "perdido", al pasar la venta de los narcopisos a la calle, y ha dado por hecho que volverán a intervenir para reducir este fenómeno a la "mínima expresión".
Los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona han detenido este miércoles a 51 personas en un macrodispositivo para desarticular a tres entramados criminales que controlaban la venta y distribución de cocaína y heroína en el barrio del Raval de la capital catalana.
En declaraciones a los periodistas, el titular de Interior ha agradecido la colaboración policial entre los más de 1.000 agentes de los tres cuerpos en el dispositivo que este miércoles. Esta acción coordinada supone una continuación de dos macroredadas contra la venta de droga hechas en el Raval en 2018 y 2019. "La pretensión no es otra que generar seguridad ciudadana en el barrio, ante la preocupación de los vecinos por esta falta de seguridad", ha informado Sàmper.
CAMBIO DE MÉTODO
El conseller de Interior ha precisado que en la operación de esta mañana se ha actuado "fundamentalmente" en puntos de venta de droga en la calle, puesto que durante la pandemia esta actividad delictiva ha bajado de los narcopisos a las aceras.
Por ello, ha insistido en que la voluntad de esta operación era "reconducir" la seguridad que se había "perdido" en algunas zonas del barrio al bajar el tráfico de droga de los narcopisos a la calle.
Sàmper ha resaltado que la policía pretende "reducir a la mínima expresión" el tráfico de drogas en el Raval, aunque ha reconocido que todavía no pueden darlo por "cerrado", por lo que "seguramente" el próximo año tendrán que volver a intervenir, como ya hicieron en 2018, 2019 y en 2020.