El Gimnasio Social Sant Pau no será desalojado la semana que viene. El concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, ha asegurado este viernes en las redes sociales que, tras reunirse con los propietarios de la finca, “nos damos dos meses para valorar las múltiples propuestas y encontrar conjuntamente una solución definitiva”.
El desalojo estaba previsto para el miércoles, 20 de enero, y una vez más, se ha esquivado in extremis.
APLAZADO DOS MESES
Esta semana el director del centro, Ernest Morera, solicitó el aplazamiento hasta el 30 de abril para disponer de más tiempo y encontrar una solución. Rabassa, por su parte, ha apuntado: “nos damos dos meses para encontrar una propuesta".
Este jueves, los grupos de ERC y JxCat en el Ayuntamiento de Barcelona pidieron al gobierno municipal que expropiase el espacio que ocupa el Gimnasio Social Sant Pau si no llegaba a un acuerdo de compraventa con la propiedad para garantizar la continuidad de su labor social.
TRAS 80 AÑOS
El centro, cuyo funcionamiento como instalación suma ocho décadas, cumple una doble función. Más allá de la instalación deportiva, tiene un uso como centro de emergencia para personas sintecho durante la pandemia.
Desde el pleno municipal de mayo de 2018, el Gobierno municipal cuenta con el mandato de adquirir el gimnasio y proteger la antigua fábrica que lo alberga, ubicado en la ronda de Sant Pau.