El Hivernacle, que se cae a trozos desde hace años, sigue sin calendario ni presupuesto para ejecutar la rehabilitación. En la comisión de gobierno del pasado 10 de junio, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó de forma definitiva el proyecto ejecutivo para la restauración interior y exterior por valor de algo más de dos millones de euros [ver aquí]. Sin embargo, las obras seguirán sin empezar por falta de disponibilidad presupuestaria.
Fuentes municipales subrayan que el paso que se ha dado es "imprescindible" para que cuando haya presupuesto el proyecto se pueda ejecutar. Los trabajos, cuando se hagan, consistirán en resolver las patologías estructurales detectadas y en finalizar la restauración interior y exterior del edificio. Según el acuerdo que Ada Colau y Jaume Collboni firmaron con ERC para destinar 30 millones a proyectos de proximidad en los barrios para 2021, el Hivernacle contará con 400.000 euros este año para la definición del proyecto básico.
EDIFICIO PARA LA EXPOSICIÓN DE 1888
El Hivernacle fue levantado por el arquitecto Josep Amargós para la Exposición Universal de 1888. Fue construido entre 1883 y 1887 para el cultivo y exposición de plantas tropicales. Es un Bien Cultural de Interés Local. El Hivernacle es el edificio en peor estado del parque de la Ciutadella, pero no el único. El Umbracle, el Museu Martorell y el Castell dels Tres Dragons, también patrimonio de la ciudad, llevan años cerrados al público.
Precisamente, hace unos días, el Ayuntamiento de Barcelona anunció la intención de iniciar la recuperación del Museu Martorell el próximo otoño para poder reabrir después el equipamiento. Los primeros trabajos, presupuestados en algo más de 2,6 millones de euros, consistirán en una puesta al día y en mejorar la permeabilidad del entorno [ver aquí la nota de prensa del consistorio].
CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE LAS CIENCIAS NATURALES
Cuando reabra, el museo acogerá una exposición permanente sobre la relación del ser humano y la naturaleza. El edificio también será la sede del centro de documentación del Museu de les Ciències Naturals de Barcelona y dispondrá de un espacio de interpretación del parque de la Ciutadella.
El Hivernacle bajó la persiana en 2006. Antes de su cierre funcionó como restaurante. Desde entonces, solo ha abierto para alguna ocasión especial. En la última década, el Ayuntamiento ha llevado a cabo distintas obras y se ha gastado al menos 1,8 millones de euros. Las últimas reformas que se anunciaron fueron a finales de 2015. Tenían que durar ocho meses y finalizar en verano de 2016. Pero la reforma se paralizó porque la empresa que tenía que hacer los trabajos entró en concurso de acreedores.
LARGO DETERIORO
En marzo de 2019, antes de las elecciones municipales, la comisión de Urbanismo, Ecología y Movilidad aprobó retomar con urgencia los trabajos de rehabilitación, pero más de dos años después, el inmueble sigue totalmente abandonado, oxidado y con las paredes desconchadas. A principios de 2021, el proyecto ejecutivo ya estaba terminado.
En enero, Metrópoli informó que el inmueble estaba tomado por personas sintecho, que se resguardaron en el Hivernacle de las bajas temperaturas. No era la primera vez que dentro dormían ciudadanos sinhogar o, incluso, menores extranjeros no acompañados, como explicó este medio en verano de 2020.