El histórico Palacio del Cinema, un cine casi centenario de Barcelona, propiedad de la cadena Balañá, ya es historia. La emblemática sala, cerrada desde 2001, dará paso a un edificio de oficinas, como avanzó en exclusiva Metrópoli el pasado 20 de enero. Como se puede ver en las imágenes y el vídeo que acompañan esta información, el cine ya está derribado. Solo queda la fachada principal, que se debe conservar porque está catalogada a nivel patrimonial, con una protección urbanística del nivel C.

Los trabajos se prolongarán durante unos dos años -a contar desde el pasado enero-, es decir que hacia finales de 2023 o principios de 2024 el proyecto debería estar ejecutado. El nuevo edificio contará con cuatro alturas más la planta de calle y un subterráneo. Justo delante de la renovada finca habrá una gran plaza. Situado en vía Laietana 53, además de las oficinas, la finca contará con un local comercial en planta baja. 

OBRAS TAMBIÉN EN VÍA LAIETANA

El Ayuntamiento explicó en enero que la licencia de obras era para una gran rehabilitación con el derribo de una parte del edificio (la sala de cine) manteniendo la altura actual. El derribo ha requerido un plan de trabajo especial para la retirada de la cubierta de amianto. Se trata de uno de los componentes del fibrocemento que si se rompe puede permanecer en suspensión en el aire y si se respira puede causar graves enfermedades pulmonares. La uralita fue muy utilizada durante décadas en la construcción en España y ahora cualquier retirada se tiene que hacer con un plan de seguridad y los operarios tienen que llevar trajes especiales y evitar a toda costa que el material se rompa.

El Palacio del Cinema, totalmente derribado / CEDIDA - ALBERTO MEJÍAS

La demolición del cine y la construcción de las oficinas coincide con la reforma de vía Laietana iniciada por el consistorio. Las obras supondrán una pacificación de una de las arterias principales de la ciudad. Actualmente, desde la plaza de Antoni Maura hasta la plaza de Urquinaona, a través de la calle de les Jonqueres en el último tramo, el tráfico ya está cerrado a la circulación en sentido ascendente. El coste total ascenderá a 32,9 millones de euros

ABIERTO EN 1923

El Palacio del Cinema abrió sus puertas el 31 de marzo de 1923, es decir hace casi un siglo. Primero funcionó como Pathé Palace y no fue rebautizado como Palacio del Cinema hasta 1940. El programa inaugural de la sala fue Florián da en el blanco y La mujer del faraón.

Durante la Guerra Civil, el cine fue colectivizado por la CNT, y tras el conflicto bélico fue una de las primeras salas en reabrir. El 31 de marzo de 1961, el cine sufrió un incendio que lo destruyó en su totalidad. Solo se salvó la fachada. El Palacio del Cinema fue reinaugurado el 20 de octubre de 1962. La última película que proyectó antes de cerrar en 2001 fue Yamakasi.

Una retroexcavadora, en el interior del cine derribado / CEDIDA - A.M.

UN ANUNCIO DE MULTICINES QUE NUNCA SE EJECUTÓ

Tras el cierre, la empresa Balañá, dueña de diversos teatros y cines en la ciudad, así como de la plaza de toros de la Monumental, colgó un cartel en el que anunciaba una remodelación de la sala como los multicines Laietana (nueve salas). El anuncio estuvo en la fachada del inmueble durante años pero nunca se ejecutó.

El 18 de enero de 2011, un grupo de okupas entró en el Palacio del Cinema. Eran los días previos a la huelga general convocada para el 27 de enero por CNTCGT y COS. El encierro fue para protestar por la reforma de las pensiones que preparaba el Gobierno central. La noche del 22 de enero, los Mossos d'Esquadra entraron en el cine y lo desalojaron. Identificaron a 422 personas. El Palacio del Cinema fue rebautizado como Casa de la Vaga. 

Render de las futuras oficinas en el antiguo Palacio del Cinema / CEDIDA

'OKUPACIÓN' EN 2013 PARA VER 'CIUTAT MORTA'

La okupación de 2011 no ha sido la única que ha sufrido el cine. Dos años después, el 8 de junio de 2013, centenares de personas entraron de nuevo en el Palacio del Cinema para ver la proyección del documental Ciutat morta, dirigido por Xavier Artigas y Xapo Ortega, basada en el caso 4F, ocurrido el 4 de febrero de 2006 en Ciutat Vella.

"Desaparece uno de los iconos cinematográficos de Barcelona. Ahora ya no hay marcha atrás", dice Alberto Mejías, que fue el fundador de Emblemàtics Barcelona, una plataforma para preservar los comercios y establecimientos históricos de la ciudad. "Llevaba muchos años cerrado, demasiados. Espero que Barcelona no pierda más cines grandes y lo que simbolizaron". En Santander, por ejemplo, una iniciativa se encarga de guardar los antiguos letreros y cabeceras de las salas con décadas de historia. "Espero que el cine de sala nunca muera. Y si lo hace siempre nos quedará el recuerdo".

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