El Hivernacle situado en la Ciutadella se ha empezado a rehabilitar esta semana después de más de 15 años cerrado y abandonado.
Las operaciones se centrarán en rehabilitar el edificio, tanto en su interior como en el exterior, y en resolver las patologías estructurales que se detectaron después de su clausura. El edificio patrimonial catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional recibió dos millones de euros a principios de 2022 para su lavado de cara.
15 AÑOS DE RETRASO
Las obras del Hivernacle se alargarán un año e irán enfocadas a subsanar el edificio, que ocupa mil metros cuadrados de superficie y cuenta con tres naves.
Construido por el arquitecto Josep Amargós para la Exposición Universal de 1888 y cerrado desde el año 2009, el espacio se convertirá en un equipamiento ciudadano.
El Ayuntamiento trabajará en una nueva propuesta para el uso de este espacio.
CERRADO DESDE 2006
El Hivernacle bajó la persiana en 2006. Antes de su cierre funcionó como restaurante. Desde entonces, solo ha abierto para alguna ocasión especial. En la última década, el Ayuntamiento ha llevado a cabo distintas obras y se ha gastado al menos 1,8 millones de euros. Las últimas reformas que se anunciaron fueron a finales de 2015. Tenían que durar ocho meses y finalizar en verano de 2016. Pero la reforma se paralizó porque la empresa que tenía que hacer los trabajos entró en concurso de acreedores.
En marzo de 2019, antes de las elecciones municipales, la comisión de Urbanismo, Ecología y Movilidad aprobó retomar con urgencia los trabajos de rehabilitación, pero dos años y medio después, el inmueble sigue totalmente abandonado, oxidado y con las paredes desconchadas. A principios de 2021, el proyecto ejecutivo ya estaba terminado. Ahora, el anuncio es que las obras empezarán en julio de 2022.