Este jueves se ha convocado una manifestación en el Raval. Los niños del barrio denuncian que la inseguridad y la delincuencia no paran de crecer y que quieren unas calles seguras para sus hijos. Metrópoli ha podido hablar tanto con los menores como con sus padres, que han explicado con todo tipo de detalles lo complicado que es vivir en Ciutat Vella.

La manifestación se ha iniciado a las 18:00 en la Rambla del Raval. La ha convocado el Projecte Infància Raval (PIR), que está asociado con varias entidades como la Fundación Joan Salvador Gavina. Estos centros se han concentrado para poner de manifiesto lo complicado que es ser niño y vivir en este barrio.

"NO ME SIENTO SEGURA"

Hifza es una niña de 11 años que ha asistido a la manifestación y ha explicado sin pelos en la lengua lo que vive en sus propias carnes: "Cada día a cada hora vienen personas a robar. Hay muchas peleas y suciedad. No me siento segura en el Raval. Hay que decirles a las personas que no roben y que no tiren la basura en el suelo", lamenta. 

RESTOS DE DROGA EN EL SUELO

Según explican los mismos menores, sienten miedo en los parques, sobre todo por la presencia de jeringuillas de heroína en el suelo y por las calles poco iluminadas. También han puesto de manifiesto el "evidente problema que hay con la limpieza". Ver las calles y los parques llenos de basura se ha convertido en algo habitual para los niños y adolescentes, que ven condicionado su tiempo y espacio de ocio a este conflicto.

Manifestación en Ciutat Vella / MA

PELEAS, ROBOS Y ARMAS

De hecho, ellos mismos han hecho una pancarta en la que han escrito todo lo que no les gusta del Raval: peleas, robos, personas con armas (cuchillos, palos, botellas rotas y punzones), jeringuillas, acoso en la calle y mucho más. También han hecho otro mural explicando qué les gustaría tener en el barrio. Los pequeños lo tienen claro: más presencia policial, más zonas verdes, más contenedores, más seguridad, que no haya racismo y que se acabe el consumo de alcohol y drogas en la calle.

Pancartas de la manifestación en el Raval / MA

Carlos Martínez es un vecino y miembro de la asociación de vecinos y, según explica él mismo, esta iniciativa ha sido todo un éxito: "Es muy bestia que todos los niños, de todas las edades y de todos los orígenes, se hayan reunido para pedir un barrio más digno".

"AZOTADO POR LA REALIDAD Y LA MISERIA"

Otra vecina, que ha querido mantenerse en el anonimato, explica a Metrópoli que el barrio está "azotado por la realidad y la miseria" y que, esta situación, después de la pandemia, se ha acentuado. Ha remarcado que no quieren más suciedad y reclaman más oportunidades. Esta mujer asegura que la solución a estos problemas no es poner más efectivos policiales, sino más educación y escuelas para que la gente "tenga otras alternativas". "No queremos militarizar el barrio, somos pobres, no delincuentes", concluye.

Los vecinos del Raval en una manifestación / MA

MADRES INTRANQUILAS

Sanna, de origen magrebí, es madre de dos hijos, una adolescente de 17 años y un niño de 13. Llegó a España hace 18 años y vive al lado del CAS Baluard, la sala de venopunción que tantos problemas genera a los vecinos del Raval. Asegura que tanto ella como el resto de padres tienen miedo cuando van a llevar los hijos al colegio y que dejarlos solos en el parque es una utopía

La mujer ha explicado que cada vez son más los vecinos que se van del barrio hartos de los problemas de inseguridad e incivismo: "Cuando tus hijos crecen te quieres ir de aquí, porque sientes que aquí no se les va a dar nada bueno. Las madres no nos sentimos tranquilas, imagínate los niños".

"A NOSOTROS TAMBIÉN NOS ROBAN"

Sanna ha vivido de primera mano los problemas del Raval y ha sido víctima de robos en dos ocasiones distintas. "No todos somos iguales. A nosotros mismos también nos roban. A mí me lo han hecho dos veces delante de mi casa", lamenta la mujer, que ha aprovechado la ocasión para explicar que tiene miedo de irse de vacaciones por si le okupan la casa, como les ha pasado a tantos vecinos del barrio.

Jordi Rabassa, regidor de Ciutat Vella, sigue defendiendo contra viento y marea que "es un distrito seguro". No obstante, los vecinos de sus barrios, sobre todo los del Raval, tienen la percepción completamente contraria y cada vez se sienten más desprotegidos. Tal como han manifestado los niños, quieren jugar tranquilos y piden más apoyo institucional para que " el barrio vuelva a ser lo que era".

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