Más de un mes sin calefacción ni agua caliente en pleno invierno. Así viven cerca de un centenar de ancianos, desamparados en pisos propiedad del Ayuntamiento de Barcelona. Concretamente, se trata de la promoción de viviendas de pisos públicos para gente mayor ubicada entre las calles de Lleialtat i Reina Amàlia, en el barrio del Raval, en Ciutat Vella. Desde el pasado 2 de diciembre, los vecinos se han buscado la vida para poder ducharse en condiciones debido a una avería que lleva meses sin arreglar. Desde el Institut Municipal de l'Habitatge aseguran a Metrópoli que están trabajando en la incidencia para encontrar una solución, pero ya ha pasado mes y medio y los ancianos siguen viviendo como pueden.

CALENTAR AGUA EN UNA OLLA PARA DUCHARSE

Pere y su mujer, de 77 años, son uno de los matrimonios afectados. "Nosotros calentamos el agua en una olla y nos la tiramos mutuamente por encima", explica el hombre en conversaciones a este medio. A pesar de que llevan semanas pidiendo soluciones, no fue hasta el pasado viernes que el Ayuntamiento les hizo caso. "Nos han prometido que en todas las viviendas afectadas habrá un calentador de unos 50 litros, además de un radiador conectado a la corriente", detalla Pere. Sin embargo, han pasado varios días de esta promesa y los ancianos todavía siguen igual. De hecho, fuentes municipales aseguran que este lunes 9 de enero empezó la instalación de acumuladores de agua caliente en cada uno de las 90 viviendas afectadas. La previsión es de que todos los pisos dispongan de estos elementos en un plazo de 10 días.

UNA AVERÍA IMPORTANTE

L'Institut Municipal de l'Habitatge detalla que la afectación proviene de las calderas y los acumuladores comunitarios y tuberías. "Se trata de una avería importante y de especial complejidad a la hora de diagnosticarla". A la lista de problemas también se suman las dificultades para encontrar los materiales necesarios para la reparación, ya que se deben encargar especialmente. "Primero dijeron que fallaba una pieza, más tarde que fallaba otra...Ahora por fin han reconocido que se debe cambiar toda la instalación", lamenta Pere.

SOLUCIONES PROVISIONALES "INVIABLES"

Así pues, asumiendo que la reparación tardará unos meses, los vecinos, como Pere y su mujer, han apostado por buscarse la vida. Además de calentar agua en ollas, dan gracias a sus hijos que de vez en cuando los acogen para que se duchen en sus casas. Otras de las soluciones propuestas por parte del Ayuntamiento es una ducha comunitaria en una las viviendas vacías, pero que no ha gustado nada a los vecinos, ya que que temen que no haya la higiene adecuada en esta medida. El consistorio también les ha ofrecido la opción de ducharse en un gimnasio público cerca de donde viven, pero este parche tampoco ha gustado a los ancianos, ya que muchos de ellos tienen movilidad reducida y que describen como "inviable".

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