Roberto M.J. es uno de los condenados por el caso Raval (Barcelona) que ha quedado en libertad. Este suceso fue una de las mayores tramas de pederastia jamás desarticuladas en España, con más de 30 víctimas, todas ellas menores de edad y de extrema vulnerabilidad, vecinas de este barrio de Ciutat Vella. El hombre, de unos 45 años, ya ha cumplido su condena y, desde el 5 de enero, está en la calle.
REINCIDENCIA VIOLENTA
Desde el centro penitenciario alertan del elevado riesgo de reincidencia y su peligrosidad. Se trata de una persona muy violenta y con una obsesión enfermiza por los niños menores de edad. De hecho, en 2003, aprovechando un permiso de la cárcel, abusó sexualmente de dos niños de 11 y 14 años en Lleida. Los conoció en los Camps Elisis, los engañó y fueron obligados a hacerle sexo oral. Después de los abusos, los arrojó en el canal de Seròs.
CONDENAS
Por estos hechos, fue condenado a seis años y medio de cárcel y otros cinco sin poder vivir en la Paeria. A parte de las dos sentencias por pederastia, también tiene otra por homicidio en grado de tentativa, ya que intentó matar a su compañero de celda. En total, ha pasado 15 años entre rejas. A pesar de su amplio historial delictivo y de las advertencias de los psicólogos, que aseguran que tiene “un elevado riesgo de reincidencia delictiva violenta", legalmente, no hay nada que hacer: ha cumplido sus condenas y está en libertad.
CASO RAVAL
Los hechos han provocado gran indignación entre los vecinos de Lleida y Barcelona, ya que están preocupados por la posible presencia de este hombre en la calle. Los Mossos d'Esquadra no descartan que se vuelva a instalar en la capital catalana, lugar en el que cometió los terribles abusos del caso Raval hace 26 años. Fiscalía ha pedido a la policía que le hagan un seguimiento no invasivo.
Esto significa que los agentes están vigilando muy de cerca todos sus pasos, controlando las posibles denuncias que pueda haber de futuras víctimas. También lo citan en sede policial puntualmente. No obstante, tal como remarcan los técnicos, las posibilidades de que vuelva a abusar a los más pequeños son muy altas. El juicio del 2005 por los abusos de los niños de Lleida se hizo en la audiencia provincial. Apareció con el rostro completamente tapado y, a pesar de las indicaciones del juez, que le pedía que se quitara la braga, no le hizo caso.
PROBLEMAS EN LA CÁRCEL
"Ya tengo bastantes problemas en la cárcel y no quiero que peligre mi integridad física". El magistrado le recriminó su actitud y fue entonces cuando le exigió que "no le alzara la voz", hecho que creó momentos de mucha tensión en la sala. Pero el momento de mayor tensión se vivió antes de entrar, cuando la madre de una de las víctimas le pegó un puñetazo al agresor, explica el diario Segre.
XAVIER TAMARIT
Este pederasta se ha esforzado mucho para pasar completamente desapercibido. Los únicos que saben quién es son los niños de los que abusó, sus familiares y la policía. De hecho, cuando saltó el escándalo del caso Raval en 1997, Xavier Tamarit, el líder de la trama, le robó todo el protagonismo. Consiguió que nadie le reconociera y su rostro no apareció en la televisión ni en el periódico de la época, ya que todo el foco se puso en el organizador de esta macrored de pornografía infantil.
ROBERTO M.J.
Todo lo que se sabe de Roberto M.J. es que, en la actualidad, tiene unos 45 años y es vecino de Lleida. Los Mossos d'Esquadra creen que volverá a la Paeria, pero no descartan que se instale de nuevo en Barcelona. A este pederasta reincidente lo condenaron por el caso Raval, una de las mayores redes de pederastia internacional que tuvo lugar en este barrio de Ciutat Vella.
El operativo se saldó con 13 detenidos, 21 agresores sexuales y, aproximadamente, 30 víctimas, todas ellas niños de muy corta edad. Xavier Tamarit, miembro de la Asociación de vecinos Taula del Raval, fue sentenciado a 115 caños de cárcel por este caso. La policía descubrió más de 50 películas en las que los pedófilos violaban a las víctimas para luego vender los vídeos, obteniendo un gran beneficio económico.
AUTÉNTICAS ABERRACIONES
"Hemos visto auténticas aberraciones. Los niños eran muy pequeños y no pasaban de los cinco años", explicaba el presidente de la asociación vecinal, que tuvo que ver las imágenes a petición de los investigadores para poder identificar a las víctimas. El escándalo saltó gracias a la denuncia anónima de un niño de 10 años, que acabó con la detención de sus padres, que lo obligaban a prostituirse.
También detuvieron a Francesc Salvador, consejero del distrito implicado en la red criminal. Según la investigación, los pederastas captaban a los niños más vulnerables, en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social. A los que tenían entre 5 y 10 años les regalaban ropa y calzado que no podían permitirse. A las víctimas de 10 a 15 años les daban dinero.
VÍCTIMAS VULNERABLES
Esta red de explotación sexual infantil tenía conexiones internacionales en México. Desde ese país, pretendían entrar en el mercado de Estados Unidos. También tenían como objetivo comercializar el material pornográfico en Holanda y Francia. El caso Raval fue el más mediático de la década de los 90 por la gran cantidad de personas implicadas y por la especial vulnerabilidad de las víctimas que, a día de hoy, siguen sufriendo las secuelas del infierno que vivieron en 1997.