Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser, en un fotomontaje / MA

Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser, en un fotomontaje / MA

Ciutat vella

Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser, sigue escondido en Barcelona

El condenado por el crimen que conmocionó la sociedad española de la década de los 90 está viviendo en la capital catalana

17 febrero, 2023 00:00

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Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser, sigue escondido en Barcelona. El autor de uno de los crímenes que conmocionó España en la década de los 90 se ha visto paseando en la capital catalana en varias ocasiones. El triple feminicida fue detenido hace un par de meses acusado de dirigir un narcopiso en el barrio del Raval. Después de pasar 48 horas en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Les Corts, quedó en libertad con cargos.

CRIMEN DE ALCÀSSER

El edifico en el que lo arrestaron estaba situado en la calle de Aurora número 10, en el corazón de Ciutat Vella. Los vecinos no daban crédito a la surrealista situación. Todos ellos eran conocedores del crimen de Alcàsser, pero el aspecto del asesino era irreconocible y nada tenía que ver con las imágenes de la prensa de los 90. El hombre utilizaba una identidad falsa para pasar desapercibido y tenía una actitud arisca con los habitantes del bloque, que estaban hartos de los problemas de convivencia que generaba el presunto narcopiso.

El piso en el que vivía el asesino de las niñas de Alcàsser / REDES SOCIALES

El piso en el que vivía el asesino de las niñas de Alcàsser / REDES SOCIALES

MIGUEL RICART

Miguel Ricart solo ha concedido una entrevista y lo ha hecho 30 años después del crimen en el canal de YouTube de El Rincón del Disidente. En dicha entrevista decía claramente que no se escondía y que caminaba tranquilamente por el Raval porque "no se puede sentir mal por algo que no ha hecho". Asegura que, después de su reciente detención, hay personas que lo reconocen, pero él sigue paseando como si no pasara nada.

Tal como avanzó Metrópoli, después del arresto de diciembre, no volvió a aparecer por su antiguo piso. Así lo corroboran sus vecinos: "Ya no vive en ese piso. Han cambiado la cerradura y están haciendo obras". Parece que se lo haya tragado la tierra, pero lo cierto es que, según RAC 1, se deja ver por el Raval, aunque nadie sabe dónde vive ni qué ha sido de él.

ANTONIO ANGLÉS

El crimen de Alcàsser vuelve a estar en boca de todos. No solo por la reciente aparición de Miguel Ricart, sino por el estreno de la docuserie Anglés, historia de una fuga. Antonio Anglés es uno de los hombres más buscados por la Interpol. Según la investigación, es uno de los autores del triple asesinato de Toñi, Míriam y Desirée, tres adolescentes de 14 y 15 años que desaparecieron en extrañas circunstancias mientras estaban haciendo autoestop en Picassent, un pueblo limítrofe con Alcàsser, de donde eran vecinas. 

Miguel Ricart durante el juicio por el triple crimen de Alcàsser / ARCHIVO

Miguel Ricart durante el juicio por el triple crimen de Alcàsser / ARCHIVO

La Guardia Civil descartó que se tratara de una desaparición voluntaria y, dos meses más tarde, el 27 de enero de 1993, se cumplió la peor de las hipótesis. Encontraron sus cadáveres con signos evidentes de violencia. Miguel Ricart, Antonio Anglés y otro hombre que nunca ha sido identificado, las secuestraron, torturaron, violaron y asesinaron. Tal como explican los productores de la docuserie, gracias a las revelaciones del capítulo tres, el grupo de fugitivos de la Policía Nacional ha abierto diligencias y "ahora estamos más cerca de nunca de saber qué pasó", aseguran. 

FALSA INOCENCIA

Miguel Ricart fue condenado a 170 años de cárcel, pero por la doctrina Parot, acabó saliendo a los 31 años. En noviembre de 2013 estaba en libertad y, a día de hoy, sigue defendiendo su falsa inocencia. El asesino del triple crimen de Alcàsser llegó a dar hasta seis versiones diferentes de los hechos, todas ellas llenas de contradicciones y datos que no cuadraban. 

Entre las múltiples mentiras que ha dicho, ha asegurado que a Antonio Anglés lo mataron en España y que, cuando la prensa quiere ocultar algo, lo ponen a él en portada para poder "esconder lo que en realidad están haciendo". El asesino se sigue presentando como una víctima y no como el verdugo que es: "No soy un monstruo y no he hecho el mal a nadie". 

SOR LUCÍA CARAM

Después de salir de la cárcel, se mudó a Andalucía, donde pidió ayuda a un párroco, que le dijo que se tenía que ir de la comunidad autónoma por miedo a que la gente supiera dónde se estaba escondiendo. Fue entonces cuando decidió ir a Barcelona, pero un mes más tarde se mudó a Girona. Al cabo de poco tiempo volvió a la capital catalana, una ciudad completamente desconocida para él. El antiguo Major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, pidió a la monja Sor Lucía Caram que protegiera a Ricart, ya que había muchas personas que querían hacerle daño e incluso matarlo.

Ficha policial de Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser / EFE

Ficha policial de Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcàsser / EFE

Según explica Caram, el asesino había participado en varios voluntariados en Francia y había intentado cambiar, sin éxito su nombre. A pesar de que su comportamiento era bueno, de repente todo dio un giro de 180 grados; "Hace un año y medio o dos años, se enloqueció. No sé cuál será la sentencia judicial en este momento, pero yo creo que tendría que ir a un centro psiquiátrico o estar en la cárcel porque no está en condiciones de estar en la calle ni en ningún sitio", decía en una entrevista en Cuatro.

Miguel Ricart había intentado, sin éxito, rehacer su vida en Barcelona, donde había acudido varias veces a comedores sociales. Las personas que han coincidido con él aseguran que estaba enganchado a la droga y que era tanto consumidor como camello. Esta teoría la corrobora la investigación de los Mossos d'Esquadra, que culminó con su detención por, presuntamente, liderar un narcopiso en la calle de Aurora, lugar en el que vivía con otro arrestado, del cual no ha trascendido su identidad.

Miguel Ricart, el asesino del triple crimen de las niñas de Alcàsser en una imagen de archivo

Miguel Ricart, el asesino del triple crimen de las niñas de Alcàsser en una imagen de archivo

APÁTICO Y MAL EDUCADO

Para ocultar su identidad, se inventaba que se llamaba Manuel y que era chófer. No obstante, los problemas de convivencia que generaba el piso en el que vivía, hacía sospechar que, igual que su inocencia en el caso Alcàsser, también era mentira. El ruido y la presencia de toxicómanos en las escaleras se había convertido en el pan de cada día en este bloque de pisos. "Era apático y mal educado, pero jamás nos imaginábamos que detrás de esta careta se escondía un asesino", concluye una vecina que quiere preservar su anonimato a Metrópoli.