Las calles de Barcelona esconden historias de lo más curiosas, algunas alegres, otras no tanto. Este es el caso de la Casa de la Misericordia, ubicada en la calle de Elisabets, en el corazón de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
Dicho sitio tiene un agujero en la pared y no se trata de un detalle arquitectónico casual. Entre 1583 y 1931 era el lugar en el que las madres solteras y pobres de Barcelona abandonaban a sus hijos.
AGUJERO EN LA CASA DE LA MISERICORDIA
Cuando dejaban a los niños en el agujero, venían las monjas a cuidar de los expósitos. Originariamente, la casa de la Misericordia también daba asilo a niñas, que permanecían ingresadas hasta que se casaban.