Los toxicómanos vuelven a colonizar una de las plazas más conflictivas del Raval
Vecinos y comerciantes alertan de los problemas de civismo que provoca la presencia de drogodependientes en uno de los lugares más castigados del barrio
8 marzo, 2024 23:30Noticias relacionadas
Los toxicómanos han vuelto a colonizar uno de los puntos más conflictivos del Raval, la plaza de Folch i Torres. Según explican fuentes vecinales a Metrópoli, su presencia se traduce en un problema de salud pública e incivismo. La situación se agrava por la existencia de una área infantil, un colegio de primaria, un instituto y un casal de la tercera edad en sus inmediaciones.
Graciela, natural de Argentina, llegó a Barcelona hace siete años. Después de estar una temporada trabajando en el Port, decidió abrir una tienda de chuches en la plaza de Folch i Torres. En todo este tiempo, se ha visto envuelta en situaciones en las que su integridad física ha estado el peligro. "Una vez entró un hombre con las manos llenas de sangre y cuando lo quise echar, empezó a actuar con violencia, rompiéndome el escaparate y chillando como un loco", lamenta la mujer, que tuvo que hacer frente al agresor estando sola en el local.
Problemas constantes en la plaza de Folch i Torres
Interpuso una denuncia a los Mossos d'Esquadra y el caso está judicializado, pero teme que no haya consecuencia penales para él. Tal como relata esta mujer, su caso no es algo aislado. Los problemas en la plaza son "constantes" y, en gran parte, vienen derivados del consumo de drogas y la consecuente delincuencia que aflora en el Raval.
Desde hace unos meses, los vecinos y comerciantes celebraban que la presencia de toxicómanos se había esfumado de la plaza de Folch i Torres, pero la tranquilidad ha durado poco. Ha sido la plataforma Ravaldream la que ha alertado de su vuelta al espacio. También lo ha podido comprobar este digital: a plena luz del día, se pueden ver a personas bajo los efectos de la droga, compartiendo espacio con niños y adolescentes.
Un toxicómano agrede a una anciana sin motivo aparente
Cabe recordar que en este punto también hay un casal para personas de la tercera edad y que algunos de los asistentes son víctimas directas de los drogodependientes. Graciela asegura que hace unos meses, un hombre con problemas mentales agredió a una anciana sin motivo aparente, motivo por el que fue detenido. "De nada sirve que lo detengan si al poco tiempo lo vuelven a dejar en libertad", dice la tendera.
"También hay un loco que da golpes contra el mobiliario y contra él mismo. Afortunadamente, no ha agredido a nadie, pero hay que ir con mucho ojo", añade Graciela, que ha necesitado tratamiento psiquiátrico tras el ataque que sufrió por parte de uno de los toxicómanos.
Problemas de seguridad en la plaza de Folch i Torres
La presencia de drogodependientes viene acompañada de un aumento de la criminalidad. Los vecinos aseguran que, cuando se inició el curso, algunos de los alumnos del instituto que hay al lado fueron víctimas de hurtos y robos. Las adolescentes, además, han tenido que hacer frente a miradas lascivas y fuera de lugar por parte de los toxicómanos. De hecho, la misma Graciela una vez tuvo que intervenir: "Había unas menores comprando en la tienda. Entró un hombre y comenzó a mirarlas demasiado, me vi obligada a echarlo y ellas se quedaron dentro porque tenían miedo", asegura.
Muy cerca de la plaza de Folch i Torres hay otro punto caliente: un baño público al que los propios residentes de la zona no se atreven a entrar, ya que está lleno de jeringuillas y restos de sustancias estupefacientes. "No sabes lo que te puedes encontrar dentro, siempre está ocupado por toxicómanos, parece su propia sala de venopunción", lamentan.
Combates ilegales de boxeo
Los problemas en esa zona vienen de lejos. El incidente más grave que se ha vivido ha sido un apuñalamiento mortal, cuya víctima fue un hombre de origen marroquí con quien estaba discutiendo el asesino. También se han producido robos violentos y combates ilegales de boxeo callejero entre menores. Afortunadamente, hace tiempo que no viven este tipo de sucesos, pero temen que la presencia de toxicómanos haga escalar la delincuencia, como ya ha pasado en ocasiones anteriores.
Consumo de drogas en el Raval
El Ayuntamiento y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), por su parte, aseguran que se coordinan para reducir el impacto del consumo de drogas que se produce en el espacio público. "La plaza de Folch i Torres es uno de los espacios donde habitualmente se hacen intervenciones comunitarias, así como seguimiento y continuidad de los drogodependientes. En los últimos meses, ha disminuido el consumo y la situación es estable en las últimas semanas", dicen desde el consistorio municipal.
Los vecinos y comerciantes lamentan la poca presencia policial uniformada y creen que aumentar los efectivos podría producir un efecto disuasorio para que el espacio público vuelva a estar al servicio de los ciudadanos y no de los delincuentes.