En el número 10 de la plaza Sant Josep Oriol de Barcelona, se alza un edificio aislado construido sobre un solar de planta cuadrada que cuenta con cuatro fachadas. Consta de planta baja, entresuelo, cuatro plantas y una quinta metida hacia dentro, que no se ve desde el exterior.
De estilo ecléctico, en su fachada principal, que se asoma a la plaza, destaca la enorme puerta de arco Tudor, con su característica forma apuntada y decorado con detalles geométricos y florales, que le dan un toque de elegancia y sofisticación. En la punta del arco arranca una columna que sirve de base a la hornacina que da cobijo a la imagen de mármol de Sant Josep Oriol, que preside la plaza.
Más de 120 años de historia
María de las Mercedes Llopart i Xiqués encargó construir este edificio que, como reza la fecha inscrita en la parte superior de la entrada, se acabó en 1901. Esta dama cubana de raíces catalanas, llegó a Barcelona con sus hermanos, de la mano de su madre, viuda de un catalán que hizo fortuna en las Américas. En 1864, Mercedes se casó con Carlos Edmundo de Sivatte Vilar, Marqués de Vallbona, hijo de un soldado francés que llegó a la ciudad durante la guerra contra Napoleón y se estableció al finalizar la contienda.
Carlos Edmundo se convirtió en propietario de las tierras donde se levantaba el castillo de Torre Baró, en 1873. La pareja tuvo tres hijos: Carlos Edmundo, Manuel María, heredero de las propiedades de su padre, y Mercedes, que se hizo monja.
Vinculación religiosa
María de las Mercedes Llopart Xiqués destacó por su activa participación en organizaciones católicas de caridad. Fue una mujer de fuertes convicciones religiosas muy vinculada a Montserrat. Tanto, que encargó el retablo de la capilla de Sant Benet de la Basílica de Montserrat, y, en 1896, hizo construir el primer misterio del goig del Rosari Monumental de Montserrat.
En este contexto, no es extraño que la imagen de Sant Josep Oriol presida la fachada principal del edificio que esta dama encargó construir. Pero, cuidado, porque la escultura que preside actualmente la plaza desde su hornacina, es posterior: data de 1942 y lleva la firma del escultor R. Perera.