Cuatro Mossos d'Esquadra, al banquillo por abofetear a un joven en el Raval durante la pandemia
Los acusados, entre los que se encuentra un Cabo, falsearon el atestado judicial para culpar a la víctima de los hechos
7 abril, 2024 15:51Noticias relacionadas
La Fiscalía de Barcelona pide para cuatro Mossos d'Esquadra ocho años de cárcel y 16 de inhabilitación por abofetear y tirar al suelo a un joven, a quien se le rompieron tres dientes. Además, falsearon el atestado inventándose que les agredió y se autolesionó para salir impunes. En el juicio, que arrancará este lunes, 8 de abril, en la Audiencia de Barcelona, la acusación popular solicita para los agentes, entre ellos un cabo, 15 años de cárcel y 22 de inhabilitación, además de una indemnización de 20.000 euros a la víctima.
Tanto la Fiscalía como la acusación popular acusan a los cuatro policías de los delitos contra la integridad moral, detención ilegal, lesiones y falsedad documental. Asimismo, sitúan a la Generalitat como responsable civil subsidiaria en las indemnizaciones, que el ministerio público cifra en 3.400 euros.
Hechos grabados por una vecina
A raíz de estos hechos, que fueron grabados por una vecina, Interior abrió un expediente disciplinario a los cuatro agentes, por los que el cabo fue suspendido de forma cautelar de empleo y sueldo durante un año y medio y posteriormente se le cambió de destino, del mismo modo que a los demás implicados.
Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2020 por la noche, cuando un grupo de personas, entre ellas la víctima, transitaban por la calle Nou de Dulce, del barrio del Raval de Barcelona. Los Mossos d'Esquadra les dieron el alto porque se estaban saltando el toque de queda por el Covid-19. En el momento de la identificación, uno de los integrantes del grupo –de origen extranjero– se dirigió a uno de los agentes y le dijo que habían sido víctimas de un robo y que creía más importante “que la policía se dedicara a perseguir a los ladrones”.
Retención violenta
Este comentario, según la Fiscalía, “molestó en sobremanera” al cabo, que se encaró con el joven y “de modo sorpresivo” le abofeteó y le empujó contra la pared. Después, lo arrastró hasta el medio de la calzada, mediante una maniobra de barrido, haciendo que la víctima se golpeara la cabeza contra el suelo, donde le retuvo durante un minuto.
Una vez en el suelo, el joven empezó a gritar pidiendo auxilio, ante lo que los otros tres Mossos acudieron al lugar. “Sin motivo justificado”, según la Fiscalía, apoyaron al cabo sin evitar su actuación y tuvieron inmovilizado al chico varios minutos en el suelo, dificultándole la respiración. Mientras permanecía inmovilizado en el suelo, los agentes vejaron a la víctima con frases como “eres una basura, una mierda”, según sostiene Iridia, que considera que los hechos tuvieron un “claro sesgo racista”.
Falsedad documental
Posteriormente, ya en dependencias policiales, y con el objetivo de justificar la detención de la víctima, los acusados redactaron el atestado policial, donde le atribuían al joven un delito de atentado por propinar una patada y hacer ademán de dar un cabezazo a uno de ellos, pese a que era una conducta “que no sucedió en ningún momento”, según la Fiscalía.
El joven pasó a disposición judicial como detenido al día siguiente, el 14 de noviembre de 2020, y no fue hasta junio de 2022 que su caso quedó definitivamente archivado, al probarse que no había agredido a los agentes ni se mostró agresivo ni desobedeció. Sin embargo, según Iridia, mientras esta denuncia se estaba investigando, el joven tuvo problemas para renovar sus papeles, ya que durante mucho tiempo le han constado antecedentes policiales.
Además de la fractura de tres dientes –de las que todavía no ha podido tratarse por completo por problemas económicos– el joven también sufrió erosiones múltiples en los brazos y piernas y un cuadro de sintomatología postraumática que requirió psicoterapia durante dos meses.