Los vecinos de la narcosala del Raval exigen más policía por la presencia de un pirómano
En las últimas semanas, ha quemado varios contenedores en las inmediaciones de la conflictiva sala de venopunción
22 abril, 2024 23:30Noticias relacionadas
Los vecinos del barrio del Raval piden más policía uniformada en los alrededores del Centre d'Atenció Sociosanitària-Sala Baluard ante la presencia de un pirómano que, en las últimas semanas, se ha dedicado a quemar contenedores. José Ramón, miembro de la Asociación de Vecinos Illa Raval Sud y de la Associació d'Amics de l'Arc del Teatre i Rodalies (AAATR) explica en declaraciones a Metrópoli que este suceso es la gota que ha colmado el vaso: "Estamos convencidos de que el responsable de los incendios es un usuario del centro".
Los fuegos intencionados empezaron entre la primera y la segunda semana de abril y han sido con muy pocos días de diferencia. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona aseguran que "no constan daños importantes ni habituales". No obstante, tal como han mostrado fuentes vecinales a través de distintos vídeos grabados recientemente, los incendios han sido constantes en las últimas semanas. "El pasado 15 de abril cambiaron todos los containers", añade el miembro de la AAATR.
Un pirómano en la narcosala
Bea Homedes, residente de la calle de la calle de Santa Madrona --muy cerca de la narcosala-- también tiene la convicción de que hay un pirómano entre los pacientes del CAS Baluard: "Si no es así, no entiendo por qué se queman contenedores en esta zona, día sí, día no. Es muy heavy la situación, no sabemos quién está detrás de todo esto", lamenta la mujer.
Cristina -- miembro de la asociación Raval Sud-- también ha comprobado este suceso, que lleva varios días repitiéndose: "Llevamos una temporada que queman un contanier a la semana y, cuando no es uno, son dos". Las entidades vecinales aseguran que todos estos problemas se reducirían con una patrulla fija de la Guardia Urbana de Barcelona: "Tampoco se drogarían en el rincón que hay delante de los contenedores porque los agentes los verían", añade Homedes.
Los contenedores, el escondite de los toxicómanos
Desde la AV Illa Raval Sud han reclamado al consistorio municipal que retiren los polémicos contenedores, ya no solo por los recientes incendios, sino porque es uno de los escondites favoritos de los usuarios del Cas Baluard para orinar, defecar y drogarse. "Afortunadamente, esos días aún no hemos tenido ningún incendio, pero en las últimas semanas han tenido que cambiarlos todos porque los habían quemado. La respuesta del Ayuntamiento ante nuestra petición de retirarlos ha sido poner tres containers más. Estamos hartos de que no nos tengan en cuenta".
Los afectados aseguran que desde el consistorio municipal les han explicado que la patrulla fija de la Guardia Urbana de Barcelona podría ser una realidad a partir del 4 de mayo, pero tienen pocas esperanzas en que esa propuesta se cumpla. El ejecutivo local, preguntado por esta cuestión, explica que, a pesar de no haber presencia policial permanente delante de la sala de venopunción, "hay patrullaje de manera planificada diariamente y varias veces al día".
Sin rastro de la patrulla fija de la Guardia Urbana
"Se echa en falta la patrulla fija, es precisamente por culpa de la poca presencia de la Guardia Urbana que pasan tantas cosas, deberían estar dando vueltas por los alrededores de manera constante", reiteran desde las asociaciones vecinales. Los toxicómanos consumiendo droga a plena luz del día es solo la punta del iceberg del "caos estructural" que hay en este barrio de Ciutat Vella.
Los camellos saben que las inmediaciones de la sala de venopunción son el lugar perfecto para hacer negocio, ya que es donde se concentran sus principales clientes esto hace que los vecinos tengan un doble frente abierto: el incivismo de los drogodependientes y el tráfico de estupefacientes, que suele venir acompañado de hurtos y robos con violencia e intimidación, dos delitos que proliferan en el centro de Barcelona.
Inseguridad e incivismo en la narcosala
Los problemas en el CAS Baluard son el pan de cada día en el Raval y los residentes de la avenida de las Drassanes y sus alrededores ya se han acostumbrado a los constantes conflictos de incivismo. "Estamos peor que nunca, cuando no es una cosa, es otra... Y todo por culpa de los usuarios de esta sala de venopunción", lamentan las fuentes vecinales consultadas.
No es la primera vez que los vecinos de Ciutat Vella se quejan de esta cuestión. Hace año y medio, hicieron una manifestación para visibilizar los múltiples problemas de inseguridad y salud pública que hay entre sus calles, una realidad que se intensificó durante los años de gobierno de Colau y que aún perdura.
A la espera de que se aprueben los presupuestos
Precisamente por ese motivo, el Ayuntamiento de Barcelona puso una patrulla fija de la Guardia Urbana delante de la sala de venopunción, una medida que redució considerablemente la inseguridad que generaban algunos de sus pacientes. No obstante, según relatan los vecinos del Raval Sud, a partir de noviembre del año pasado, la retiraron bajo la promesa de reincorporarla cuando se aprobaran los presupuestos, una situación que se tenía que dar a principios de este 2024 y que, de momento, sigue sin materializarse.