Barcelona destinará 228 millones durante este mandato a la transformación de Ciutat Vella
El Ayuntamiento ha puesto en valor varias medidas que buscan incidir en el día a día del céntrico distrito barcelonés
10 julio, 2024 22:33El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha presentado este miércoles el Pacte per Ciutat Vella, que dispone de un presupuesto de 228 millones de euros para este mandato --hasta 2027--, de los cuales 225 son para inversiones y tres para reforzar políticas sociales y políticas de prevención.
La presentación de la hoja de ruta, que ha tenido lugar en el auditorio del Conservatori del Liceu, ha contado con más de 180 representantes de entidades vecinales, asociativas, deportivas, comerciales, culturales y otros agentes políticos, económicos y sociales del distrito de Ciutat Vella y de la ciudad.
Collboni ha reivindicado que el gobierno municipal está haciendo y hará "un gran esfuerzo de inversión pública que nadie discute" y ha puesto en valor medidas que tendrán impacto en Ciutat Vella --ha dicho--, entre las cuales la eliminación de pisos turísticos y la suspensión de los planes de usos de los comercios del distrito.
Ha recalcado que el diálogo está abierto a todo el mundo y que el pacto quiere ser "la voz de todas las voces" de Ciutat Vella.
Transformación en una década
El pacto, que incluye un plan de acciones a diez años vista, se ha sometido a un trabajo previo durante el primer año de mandato de Collboni con agentes sociales, económicos, culturales y políticos.
El Ayuntamiento prevé definir, durante los próximos meses hasta mediados de 2025, un plan de acciones estratégicas para el distrito y planes bianuales a través de jornadas, sesiones de trabajo y encuentros, y, a partir de otoño de 2025, se trabajará en la implantación y el despliegue de las primeras acciones y proyectos definidos.
El teniente de alcalde y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha destacado, textualmente, que el distrito tiene retos como la seguridad, la convivencia, la droga, la emergencia habitacional y el sinhogarismo, y ha reivindicado que Ciutat Vella "tiene que dejar de ser un contenedor sin fondo en el que se aboque toda la problemática del país".
Por su parte, el comisionado del Pacte per Ciutat Vella, Ivan Pera, ha dicho que el pacto aspira a ser una hoja de ruta compartida y acordada entre el ámbito social y los grupos municipales "que sea garantía de poderse mantener a lo largo de 10 años" y ha asegurado que lo quieren hacer con diálogo con todo el mundo.
Actuaciones
Durante los próximos meses, el trabajo del Pacte per Ciutat Vella se estructurará en cuatro ejes: personas (salud, vivienda, cultura, deporte y educación), espacio público (seguridad, limpieza, movilidad, urbanismo y descarbonización), economía (comercio, formación, ocupación, turismo, digitalización) y vínculo (ciudadanía, diálogo, igualdad, gobernanza y proyección al mundo).
Para desarrollar las acciones definidas se contará con Foment de Ciutat --la sociedad municipal que gestiona el Pla de Barris y que prevé destinar entre 2025 y 2028 un total de 27 millones de euros en Ciutat Vella--, que gestionará la Oficina Técnica del 'Pacte'.
Seguimiento
Después del trabajo de definición, la hoja de ruta del distrito continuará con jornadas anuales de seguimiento y el Ayuntamiento también prevé crear el Ciutat Vella Lab, encargado de la evaluación de las políticas implementadas.
Desde el inicio también se constituirá un Consejo Asesor formado por personas del ámbito público, social, económico y cultural vinculadas al distrito y con conocimiento de los ejes y ámbitos de actuación del 'Pacte'.
Oposición
Se trata de un plan que no ha gustado a todo el mundo. Organizaciones como Acció Raval, Resistim al Gòtic, Xarxa Veïnal del Raval y Associació Veïnal Casc Antic, entre otras, se han mostrado en contra del Pacte en un manifiesto que han presentado en rueda prensa este miércoles.
Antes del acto, más de 20 personas se han concentrado delante del Conservatori del Liceu de Barcelona --donde ha tenido lugar el acto-- con una pancarta con el lema 'No es un pacto, es una imposición' y con gritos de 'El Raval no está en venta'.
"No es ningún pacto, es un intento de blanquear y legitimar lo que por la vía de los hechos está siendo una imposición de nuevas políticas neoliberales, de persecución de los grupos sociales más precarizados y de enriquecimiento de unos pocos", recoge el manifiesto de protesta.