Nueva pelea, aunque ya habitual, en el barrio del Raval de Barcelona. Un grupo de jóvenes se ha enzarzado a golpes contra otro hombre armado con una catana en el Arc de Sant Agustí, a la salida del comedor social Reina de la Pau.

Tal y como ha informado Metrópoli en numerosas ocasiones, la zona es un escenario frecuente de disputas y agresiones, aunque en este caso ninguno de los implicados en la reyerta salió herido.

Una catana

El vídeo del suceso se ha difundido por las redes sociales. En él se ve cómo dos jóvenes persiguen a un hombre y le agreden con las riñoneras y las bolsas que llevan consigo. El tercero en discordia, en cambio, va armado con una catana y la esgrime ante los chicos: aunque hace el amago de atacarles, termina por irse corriendo.

En su huida van apareciendo más hombres que se suman a la disputa, pero no llega la sangre al río. También se presenta, tal y como se aprecia al final de la secuencia, un agente de los Mossos d'Esquadra que va detrás del grupo con aparente calma, ante la mirada atónita de los transeúntes que pasan por allí.

Delincuentes y trapicheos

Y es que la plaza de Sant Agustí está tomada por delincuentes. Estos y los toxicómanos del Raval se han vuelto a apoderar de la zona tras meses desaparecidos. Tal como avanzó Metrópoli hace unos meses, estos multirreincidentes montaron un mercadillo ilegal de bicis robadas que operaba a pleno rendimiento día y noche, provocando múltiples problemas de incivismo en la zona. Tras la publicación de este digital, la Guardia Urbana lo desalojó. Durante cinco largos meses, los vecinos pudieron disfrutar de la tranquilidad de no ver trapicheos ni peleas constantemente. Pero esta paz duró poco: a finales de mayo, se volvieron a instalar en la zona sin intención de irse. 

El conflicto no nace únicamente de la compraventa de bicicletas de dudosa procedencia, sino en todo lo que engloba este "negocio". La última de sus novedades es una discomóvil que funciona sin cesar desde hace casi dos semanas a todas horas en la problemática plaza.

Un sinvivir para los vecinos de esta parte del Raval, que señalan al comedor social de Reina de la Pau como el foco de conflictos y piden al Ayuntamiento de Barcelona que actúe cuanto antes.

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