Fachada de la Antigua Cerería Lladó

Fachada de la Antigua Cerería Lladó Cedida

Ciutat vella

El restaurante vegetariano del centro de Barcelona que fue una cerería histórica: con acceso por un pasaje del S.XIX

El número 3 de Baixada de Sant Miquel guarda la memoria de un local dedicado a la producción y venta de velas, tras la puerta de un restaurante vegetariano

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Muy cerca del Ayuntamiento, la histórica Baixada de Sant Miquel, custodia la memoria de un oficio que fue luz para la ciudad: el de los cereros.

En el número 3 de esta pequeña calle que conecta la plaza de Sant Miquel con Avinyó se encontraba la Antigua Cerería Lladó.

De los tiempos en que no había electricidad

Antes de la llegada de la electricidad, las cererías eran establecimientos esenciales. La Cerería Lladó no era solo una tienda, sino una fábrica de cera, un punto de referencia en la calle, vital para proveer las velas que iluminaban hogares, comercios e iglesias.

Aunque su fecha exacta de fundación parece algo esquiva, su existencia como centro productor está documentada.

La cerería hoy en día

Hoy, el legado de la antigua cerería sigue presente de forma singular. El local lo ocupa un restaurante-cooperativa vegetariano y ecológico, La Cereria, un nombre que rinde un claro homenaje a un pasado del que ha conservado en el interior algunos muebles y elementos decorativos, como el suelo de baldosas blancas y negras.

Su apuesta por lo natural se refleja en la cocina, donde destacan las crêpes y pizzas elaboradas con harinas especiales (como espelta o kamut) que muelen ellos mismos.

Actualmente, no queda ni rastro de las velas ni de la cera; en su lugar, encontraréis una gran exposición de instrumentos musicales de Latinoamérica y CD a la venta.

El único recuerdo del pasado

Sobre la puerta de entrada pintada de color granate, un viejo cartel indica: “Cerería Lladó por el pasaje”. Efectivamente, el restaurante, como el antiguo negocio, tiene acceso por el Pasaje del Crèdit, donde cuenta con algunas mesas fuera del local pero a cubierto.

Este pasaje, diseñado por Magí Rius i Mulet, y construido entre 1875 y 1879, es uno de los pioneros y más significativos ejemplos de galería comercial cubierta en Barcelona, inspirado en los pasajes parisinos del siglo XIX.

Un dato interesante que sitúa la Antigua Cerería Lladó en el corazón de un área comercial dinámica y en plena evolución en aquella época.

Fechas poco claras

Sin embargo, la historia tiene sus pliegues, ya que los registros del Catastro datan el edificio actual en 1946.

Esto plantea algunos interrogantes: ¿fue reconstruido el edificio original?, ¿sufrió una reforma profunda?, ¿la fábrica de Lladó ocupó una estructura anterior en esta misma dirección? Sea como fuere, este es sin duda un rincón donde el pasado fabril de Barcelona se deja entrever para ofrecer un testimonio silencioso de un tiempo iluminado por la cera.