Las ideas que se convertirán en los negocios del futuro se cuecen a fuego lento en congresos como el Bizbarcelona, que durante dos días ha puesto en el mismo edificio a grandes inversores y miles de emprendedores en una especie de programa de citas para empresas. El recinto de Montjuïc de la Fira de Barcelona ha sido un hervidero de pymes, startups y todo tipo de gente curiosa con ganas de poner en marcha su propio negocio.
En total, casi 14.000 personas han pasado por el congreso y si el regidor de Empresa del Ayuntamiento, Agustí Colom, lo calificó como el “termómetro” de la actividad emprendedora de Barcelona, se podría decir que la ciudad vive una fiebre con todo lo que tenga que ver con startups, innovación y nuevas tendencias. Como en toda fiebre, no hay tiempo que perder y desde el primer minuto del día hasta el último se han organizado sesiones de networking y conferencias para conectar el ecosistema local.
EL BIZBARCELONA EN CIFRAS
La presencia de grandes inversores, que estaban dispuestos a invertir hasta 500.000 euros en los proyectos más interesantes, ya hacía prever una gran afluencia de startups y emprendedores. En total, se han realizado más de 1.800 contactos en el Mercado de Financiación, una de las secciones estrella del Bizbarcelona. También ha tenido una gran acogida las sesiones de exportación e internacionalización que organizaban la Cambra de Comerç de Barcelona y Caixabank con 640 entrevistas con pymes interesadas en dar el salto al mercado global.
El director del Bizbarcelona, Aleix Planas, se ha mostrado muy satisfecho de la buena acogida que ha tenido la edición de este año y ya anticipa que el próximo congreso, que tendrá lugar el 30 y 31 de mayo de 2018, mantendrá la línea que tan buenos resultados ha dado. “Se seguirá incidiendo en los desafíos de la transformación digital para ayudar a nuevos emprendedores y al tejido empresarial a adoptar tecnologías y nuevas maneras de producir, trabajar, vender, comunicar y relacionarse”, ha declarado.
PESCAR EN EL MUNDO STARTUP
La irrupción de las startups como un nuevo modelo empresarial ha trastocado los planes de las grandes corporaciones, que con el tiempo han entendido que la colaboración es el camino más productivo para todos. “Los sectores tradicionales han visto como las grandes tecnológicas han cambiado los modelos de negocio y se han apropiado de parte de su actividad”, explica el responsable de Corporate Venture de Acció, Albert Torruella.
Whatsapp acabó con el negocio de los mensajes de texto y con el tiempo pondrá en jaque otra fuente de ingresos importante de las operadoras de telefonía: las llamadas. En un mundo donde la competencia crece cada día (44 grandes compañías compiten por crear un coche autónomo), la flexibilidad y la rapidez que ofrecen las startups puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un proyecto. Y no hay que ir solo a grandes ideas, las startups también han colonizado subsectores como la navegación o la eficiencia de las baterías.
“La innovación tradicional se basaba en el I+D interno o en la fusión y adquisición de compañías, pero ahora hay una tercera opción: las aceleradoras e incubadoras de empresas”, añade Torruella. Las grandes corporaciones se benefician de la innovación y las nuevas líneas de negocio que abren las startups, mientras que estas reciben financiación y acceso a mercados que de otra forma habrían tardado años en conquistar.
Grandes fabricantes como Zobele (productos de higiene y limpieza) y Ficosa (componentes para automóviles) facturan cientos de millones de euros y se han asociado con numerosas startups con el objetivo de seguir innovando y sacar al mercado el próximo producto que revolucionará sus respectivas áreas de negocio. No es un proceso fácil, pero ambas han comprendido que este tipo de empresas ofrece un punto de vista diferente y han logrado excelentes resultados, tanto que han montado sus propias aceleradoras de startups.