Viajes de empresa con inteligencia (artificial)
La 'startup' barcelonesa Aervio está revolucionando el mercado corporativo
19 mayo, 2018 18:27Noticias relacionadas
Aviones y trenes se llenan diariamente, a lo largo y ancho del mundo, con ejecutivos de empresa que se desplazan sin parar de una ciudad a otra, de un país a otro, en busca de o para hacer negocios. Lo normal es pensar que todo el viaje se lo han montado ellos, como cualquier hijo de vecino; ya saben: entrar en internet para barrer todos los buscadores hasta dar con el mejor 'paquete': aerolíneas, hoteles, coche de alquiler, seguros, etc. Y, si no, siempre queda el recurso de que te lo organice alguien en la compañía. Todo eso lleva su tiempo y queda al albur de detalles que pueden dar al traste con lo que necesitaba el viajero. Además, a la empresa le acaba saliendo por un pico en la cuenta de gastos.
Ahora, con las nuevas tecnologías aplicadas al viaje de empresa, todo ese proceso, farragoso y aleatorio, puede hacerse en un plisplás, más rápido, seguro y barato. Eso es lo que ha conseguido una startup barcelonesa que en poco tiempo se ha posicionado en el restrictivo mercado de la gestión de viajes corporativos. Se llama Aervio y sus cuarteles generales están en Barcelona, aunque ya ha abierto oficina en Madrid y se está expandiendo internacionalmente.
“La clave de nuestro sistema es que integra un software propio de inteligencia artificial (IA), lo que le permite automatizar los procesos de búsqueda y selección de las mejores ofertas a través de la plataforma”, explica Santiago Montero, fundador y CEO de Aervio. “Gracias a esta tecnología conseguimos acelerar todos los procesos de coordinación, cotización, reserva y facturación de los viajes de los empleados de una empresa, hasta el punto de que somos capaces de cerrar la reserva de un viaje en solo 3 minutos. No hay comparación con el tiempo que se emplea con el método tradicional, básicamente a base de intercambios de emails, y eso sin contar el coste económico que se puede derivar de los procesos en los que normalmente intervienen personas”.
La sistemática es sencillamente fácil y rauda. Un ejemplo: el empleado autorizado escribe un email en el sistema con sus necesidades; el correo es interpretado por el algoritmo de IA (destino, avión, hotel, coche, etc.) y, apenas en esos 3 minutos citados, recibe un comunicado con varias opciones a elegir, ya con todo incluido. Sólo falta elegir la más conveniente, la que más le satisface, la más barata para la empresa, darle a OK... ¡y ya está! Aervio se pone en marcha y el 'pack' del viajero, a punto. Pim-pam.
“Todo el mudo, en todos los sectores, está aplicando nuevas soluciones a viejos problemas. En nuestro caso, nos hemos introducido en el de viajes corporativos superando el antiguo sistema de agencias de viajes, sólo que aplicado al cliente corporativo”, continúa Montero. “A partir de ahí, estamos perfeccionando nuestro servicio. Por ejemplo, estamos en contacto permanente con el viajero, 24 horas al día, para solucionarle cualquier problema que pueda surgirle mientras está en camino. Siempre ocurren imprevistos dentro de un viaje, por muy bien programado que esté (cancelación de un vuelo, aeropuerto cerrado, hotel colapsado, una enfermedad inesperada,etc.)".
ATENCIÓN PERSONALIZADA
"Quien está en esa tesitura necesita ayuda y soluciones inmediatas, y nosotros se los damos. Y aquí no interviene una máquina, sino una persona, en una oficina, que le da tranquilidad y que le permite olvidarse del problema para centrarse en su trabajo. Porque una cosa sí que tenemos claro: el componente humano es fundamental e insustituible", añade Montero. "Soy de los que piensan que los humanos tenemos que aprovechar lo que nos ofrecen la tecnología y la robótica para, con el tiempo que nos ahorran, dedicarnos a seguir pensando y creando”.
Esa atención exclusiva es lo que está distinguiendo a Aervio, lo que le ha permitido financiarse y empezar a expandirse. Ya cuenta con una docena de empleados, que pronto se duplicarán cuando habra oficinas en otras ciudades europeas, entre ellas Londres. Baste decir que empezaron en 2016, con una primer versión de testeo básico (un software realizado por el 'gurú' tecnológico Iván Sempere), para lanzarse al ruedo en febrero de 2017. En apenas un año han logrado un centenar de clientes; clientes de calibre, de los que tienen al menos un cuarto de millón de euros de presupuesto al año en concepto de viajes de trabajo de sus empleados.
Todo proyecto de estas características es un sueño que no empiezas a vislumbrar hasta que aparece el primer cliente. Puedes haber tenido la idea del siglo, pero como no haya alguien que la compre... Le preguntamos a Santiago Montero si el primer cliente tardó en llegar. La historia tiene su enjundia:
-Estábamos de gira europea intentando 'vender' nuestro invento. En Alemania, visitábamos una empresa de cosmética y, sin dudarlo, nos dijeron que sí. Tenían que montar una convención para treinta y pico personas, estaban fuera de plazo, algo desesperados... y aparecimos nosotros. Esa misma tarde nos ingresaron 25.000 euros. Todo fue genial, y siguen siendo clientes nuestros. Aquel día comprendí que habíamos dado en el clavo...