Normalmente, uno va a la gasolinera a poner gasolina, mirar los niveles y, como máximo, si dispone de ese servicio, a lavar el coche -que está hecho una porquería, oyes. Ahora, además, puedes llevarte el cubo de la ropa sucia dentro del maletero y, mientras te limpian el automóvil, haces la colada... ¿¡Pero qué me estás diciendo!?
Pues resulta que sí, que existe esa posibilidad si das con una gasolinera servida por Fresh Laundry, una cadena de lavanderías autoservicio barcelonesa que quiere llevarlas fuera de su territorio natural, que son las populosas calles de una ciudad como Barcelona. Algo que no es rigurosamente original, porque, según su fundador y propietario, Roberto Haboba Gleizer, se hace desde hace tiempo en otros países.
Lo que sí ha conseguido él, además de lo de las gasolineras, es fabricar y vender un prototipo de lavandería 'transportable': el Fresh Box, un módulo compacto que es un contenedor típico aunque 'tuneado', hasta el punto de que por fuera parece eso: una lavandería de autoservicio.
La última lavandería de estas singulares características que ha inaugurado Fresh Laundry es la ubicada en la estación de servicio de Petrocat en el nº 12 de la Gran Via barcelonesa. Se trata de un módulo transportable, el tercero de sus características. La empresa prevé instalar 25 Fresh Box móviles a nivel nacional. Además, a lo largo de este año, iniciará su expansión a nivel internacional en países próximos, como Francia y Portugal.
El nuevo Fresh Box, al igual que los otros dos –ubicados cerca de áreas de servicio en Sant Fost de Campsentelles y en Vila-Seca-Salou– ha requerido una inversión de 85.000 euros y cuenta con una superficie de 24 metros cuadrados, en la que se distribuyen seis lavadoras y tres secadoras.
“Es un nuevo modelo de negocio, revolucionario, pensado para adaptarse a diferentes entornos, dado que puede instalarse en determinadas ubicaciones en las que construir una lavandería fija no es viable”, explica Haboba, que además de creador es el CEO de Fresh Laundry. “Lo más interesante es que podemos instalar los módulos en centros comerciales, aparcamientos, estaciones de esquí o gasolineras”.
Haboba es un argentino instalado en España que hace 18 años decidió empezar de cero en nuestro país. La 'lavandería portátil' no es su único negocio, pero sí el más innovador y al que tiene mucho aprecio.
LAVADO DE IMAGEN
“Fresh Box es una modalidad con la que pretendemos satisfacer las necesidades de los consumidores, poniéndoles a su disposición un servicio que les permite ahorrar tiempo y dinero de una manera cómoda y práctica”, defiende Haboba, a quien, por aquellos tiempos, le sorprendió que en España no hubiese lavadoras de autoservicio en las calles, “algo que es ya era muy normal, incluso en Latinoamérica”.
La idea fue fraguando en su cabeza después de comprobar cómo en Francia era bastante normal encontrar grandes supermercados, fuera de la ciudad, con lavanderías de estas características, sólo que instaladas fijamente dentro de la gran superficie: mientras haces la compra, lavas la ropa. Él quiso darle una vuelta de tuerca a la cuestión: ¿por qué no crear un módulo transportable, capaz de ser instalado en cualquier otro sitio, una gasolinera, por ejemplo? Y así lo hizo.
“Cada día necesitamos más del autoservicio, aprovechando las ventajas que nos da la tecnología”, explica Haboba. “La gente quiere hacérselo ella misma, de manera rápida y eficiente, sin necesidad de intermediarios. También en este negocio han ido cambiando las cosas: el detergente ya está integrado en la máquina de lavado, no se paga con monedas, hay WiFi y otros servicios dentro de establecimiento... Cada vez vez hay más automatización. Además, nosotros ofrecemos centrales de pago, descuentos por fidelización, gestión remota, etc.”
Fresh Laundry fue fundada 2012 y se ha convertido en tan poco tiempo en una marca de referencia en crecimiento exponencial, que cuenta ya con hasta 52 franquicias y 4 establecimientos propios repartidos por Catalunya, Madrid, Valencia, Irún y Pamplona. La cadena del emprendedor argentino ha triplicado su facturación en los últimos ejercicios, y se encuentra inmersa en pleno proceso de expansión por toda España.
Además, dentro de su limpio negocio apuesta por novedades insólitas, como por ejemplo lavanderías específicas para ropa de mascotas. “En Vic, hasta tenemos una exclusiva para prendas de caballos”, apunta Haboba, que conoce el territorio catalán y que se siente muy orgulloso de algo no menos insólito: la creación de un museo de la lavandería (propiamente, Centro de Interpretación del Lavado de Ropa (CIRR), que repasa la evolución de las máquinas utilizadas para lavar a lo largo de la historia... y que debe ser uno de los más curiosos de los que existen en el mundo.
El museo tiene su razón de ser, y Haboba lo resume así ( y no vamos a quitarle razones):
-Desde que el mundo es mundo, el ser humano no ha dejado nunca de lavar su ropa...