Las polìticas de Colau ponen en riesgo eventos tan importantes como el MWC / GSMA

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Economía

¿Está Barcelona de espaldas a la economía del siglo XXI?

Economistas y empresarios denuncian que la ciudad se empobrece con su rechazo a los grandes cambios

23 enero, 2019 15:58

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Barcelona vive en una encrucijada. De espaldas a los nuevos retos de la economía del siglo XXI. Tras la pérdida de la BCN World Race y la EMA, Uber y Cabify amenazan con abandonar la Ciudad Condal, molestos con las presiones de Ada Colau a favor de los taxistas en una huelga que ha colapsado la Ciudad Condal. El actual gobierno municipal también apuntó a AirBnB y el futuro de Mobile, el gran certamen internacional de los móviles, vuelve a ser incierto. Economistas y expertos alertan de las pérdida de reputación de Barcelona y auguran un futuro muy complicado.

“Barcelona ha pasado de ser una capital global a ser una capital de provincias. Madrid, en cambio, es mucho más europea”, resume José María Gay de Liébana, muy crítico con las consecuencias del proceso soberanista y la animadversión de Colau y su equipo hacia los grandes eventos. Economista y profesor de economía financiera y contabilidad en la Facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona, añade: “El aumento de la delincuencia, la expansión del top-manta y el conflicto de los taxistas demuestran que falta orden en Barcelona. Colau está hundiendo la ciudad, empobreciéndola”.

LAS REGLAS DEL JUEGO

Gay de Liébana asegura que el chantaje de los taxistas en Barcelona “es inconcebible en grandes ciudades como Nueva York, Londres o Milán”, capitales en las que conviven las distintas plataformas sin las tensiones de la capital catalana. “Nos estamos quedando rezagados. Las reglas del juego están cambiando y Barcelona le está dando la espalda a la actual economía de mercado”, insiste el economista, quien califica de “tribales” las políticas económicas de Barcelona en Comú.

El economista Gay de Liébana crítica la política económica de Colau

El economista Gay de Liébana crítica la política económica de Colau



Augura Gay de Liébana un futuro “complicado” para Barcelona, una metrópoli que ha dilapidado los grandes logros que comenzaron “con los Juegos Olímpicos”. “Barcelona fue una marca potente, robusta, cosmopolita. Es incomprensible que se haya cuestionado el Mobile, con toda la riqueza que genera, pero no tengo clara su continuidad con los dirigentes actuales”, remarca el economista, partidario de potenciar el protagonismo de las startups para consolidar a la Ciudad Condal “como la gran capital tecnológica de Europa”.

MIEDO A LOS CAMBIOS

Jordi Alberich, director general del Círculo de Economía entre 1998 y 2018, pide “más gestión y una actitud más proactiva en los políticos para afrontar los grandes retos del futuro”. “La globalización y la revolución tecnológica son dos fenómenos muy potentes que avanzan mucho más rápidos que las respuestas de las administraciones públicas”, remarca Alberich.

“Las ciudades sufren más que los estados con los cambios”, esgrime el máximo responsable de M&A Fusiones y Adquisiciones. “En Barcelona, sus gobernantes tienen una actitud de activista a la defensiva en lugar de ser políticos proactivos. Se frenan los cambios en lugar de reconducirlos, como pasa con el conflicto de los taxistas. En la ciudad, por ejemplo, no ha habido un gran debate sobre el futuro del turismo, sino una moratoria. Barcelona necesita personas muy capacitadas, buenos gestores, para entender y afrontar los nuevos conflictos”, sentencia Alberich.

OBSTÁCULOS AL CRECIMIENTO ECONÓMICO

La Cambra de Comerç de Barcelona, entidad fundada en 1886 para defender los intereses de las empresas, también ha mostrado su preocupación por el impacto negativo de las actuales políticas económicas del Ayuntamiento. La pérdida de la EMA y los recelos hacia el Mobile de Colau y Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde, generan mucha intranquilidad.

La Cambra, presidida por Miquel Valls, ha aprovechado el conflicto entre los taxis y los vehículos VTC para pedir a los responsables de las administraciones competentes “que trabajen para encontrar una solución que respete los intereses de todas las partes y ponga fin a esta situación antes de que tenga consecuencias todavía más graves sobre la economía y la imagen de la ciudad”.

Valls se ha mostrado contrario a la política económica que se ha hecho desde el consistorio que preside Ada Colau, que llegó a calificar como “un brindis al sol”, y alertó de que algunas de las decisiones que se estaban tomando desde el consistorio ponían en peligro algunos sectores claves para el crecimiento económico de la ciudad.

LA TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA

Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, también pide una gestión más valiente y profesional. El presidente de esta unión de ejes comerciales de la Ciudad Condal denuncia que el actual gobierno municipal “ha convertido Barcelona en una ciudad aburrida, donde los principales actores económicos sufren mucho”. “Parece que haya miedo al progreso y a la transformación tecnológica. La administración tiene que ordenar los cambios, no restringirlos”, añade Jené.

En los últimos días, Jené ha denunciado la falta de respuestas del Ayuntamiento por el gran colapso que ha sufrido Barcelona con la huelga de los taxistas. "Colau debe restituir el orden", pidió el presidente de Barcelona Oberta, que acusó a los taxistas de "tener secuestrada la ciudad".

El legado de Pasqual Maragall es reivindicado por Gonzalo Bernardos

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EL ATREVIMIENTO DE MARAGALL

Gonzalo Bernardos, analista y consultor económico e inmobiliario, asegura que las propuestas económicas de Colau "son del siglo XIX". Recela de las recetas de la actual alcaldesa y del resto de los líderes políticos, y pide "un plan económico con vistas al 2030". "El mundo actual es más una suma de ciudades que de países y en Barcelona falta el atrevimiento que tuvo Maragall hace un cuarto de siglo", añade Bernardos.

En su análisis de los actuales problemas de la ciudad, Bernardos asegura que "Uber, Cabify y el taxi deberían tener la misma regulación" y se posiciona a favor de la gratuidad del transporte público en Barcelona. "Se debe reducir el número de coches y mejorar el transporte público. La gratuidad no debería ser utópica y se puede conseguir aumentando las subvenciones del Estado, aplicando un impuesto a las personas que entran en la ciudad y aumentando el impuesto de circulación", expone el analista y consultor.