Aumenta la tensión en el Patrón. En el restaurante del upper Diagonal acusado de explotación laboral han saltado todas las alarmas. Tras la confesión por parte de algunos empleados de los malos tratos y de las condiciones laborales en el establecimiento, los directivos y responsables del local se han echado las manos a la cabeza.
“No trabajamos ocho horas prácticamente ni un día, las horas extra ni las vemos, las condiciones son pésimas y los tratos, deplorables”. Éstas son algunas de las declaraciones que los trabajadores del Patrón hicieron hace una semana a Metrópoli Abierta. Después de siete días aparecen los primeros cambios.
SALTAN LAS ALARMAS
El establecimiento, situado en el número 44 de Travessera de Gràcia, arrancó el lunes pasado su jornada de una manera diferente a la habitual. El encargado del restaurante llevaba puesta una sonrisa en el rostro y, bajo el brazo, un fajo lleno de papeles que iban dirigidos a la plantilla del local.
Una vez el ejecutivo logró reunir a todos los trabajadores, les hizo firmar un documento donde aparecían las horas trabajadas durante el mes pasado. Un empleado del local ha confesado a este medio que “apenas sabían que estaban firmando” pero que todos lo hicieron sin reproches por miedo a perder el trabajo. Todo el mes de agosto quedó registrado en una hoja que demostraba, aparentemente, que los trabajadores habían estado solo ocho horas diarias en el local.
CONSTANTES DIMISIONES
El lunes pasado era 2 de septiembre y, evidentemente, desde la dirección quisieron que la plantilla registrara su jornada –por si de repente se producía alguna inspección de trabajo o algo similar–. Los cincuenta empleados cogieron papel y boli y apuntaron su nombre. De esta manera los trabajadores pudieron marcharse al acabar su turno y los directivos demostrar que no estaban explotando a los empleados.
Las buenas condiciones aguantaron hasta el jueves, cuando los camareros y encargados de la cocina hicieron “alguna hora de más”. Al estar acostumbrados, nadie rechistó pero justamente ese día una persona anunció su dimisión. “No puedo más, he encontrado algo mejor, que os vaya muy bien”. Con estas sentencias, el empleado, harto de las condiciones del Patrón, decidió marcharse. La renuncia cayó como un vaso de agua fría a los directivos, quienes declararon que no se lo esperaban. Al resto de trabajadores, que tampoco están contentos con las condiciones, se les escapó alguna sonrisa interior al conocer los comentarios de sus superiores.
PAGAS “EN NEGRO”
Como ya avanzó este medio, las horas extra no son remuneradas en el local. La plantilla lo ha denunciado en reiteradas ocasiones pero los ejecutivos hacen oídos sordos a dichas expresiones. Por contra, según ha comentado un trabajador a este medio, cada mes les cuelan 120 euros “en negro” como extra. “Con esta cifra no puedo hacer nada, me lo gasto en dos días”, declara el empleado. De esta manera los ejecutivos retribuyen a los empleados sus horas de más. Sin poder opinar, ni reclamar. Son 120 y no son moneda de cambio de nada. Los trabajadores, una vez más, denuncian las condiciones con miedo a posibles represalias.