El emporio del ladrillo barcelonés Núñez y Navarro, fundado por el empresario Josep Lluís Núñez Clemente, alberga en su balance una copiosa cartera de inmuebles tasados en 1.300 millones de euros.
Se trata de uno de los mayores patrimonios en bienes raíces de Cataluña en manos de una familia. Con la particularidad de que tales activos pertenecen a solo tres personas: Maria Lluïsa Navarro Obón, viuda de Josep Lluís Núñez, más sus hijos Josep Lluís y Josep Maria Núñez Navarro.
Los allegados del expresidente de Barça tienen en su grupo empresarial un espectacular lote de sesenta edificios, medio millar de locales comerciales, 700 viviendas, 350 despachos, 50 naves industriales y nada menos que 11.000 plazas de aparcamiento. Todo ello concentrado en Barcelona.
HOTELES
El parque de hoteles y apartamentos incluye una docena de establecimientos como Corner, 1898, Barcelona Universal, Europark, B-Hotel, Soho Barcelona y U232. Este último se encuentra en Comte d’Urgell/París, en un inmueble contiguo al cuartel general y sede central del grupo familiar.
Grupo NyN tiene 540 empleados y está formado por veintidós empresas filiales. Los edificios en propiedad y sus instalaciones suman un valor de compra e inversión de 1.000 millones, según el balance consolidado del grupo de 2018.
Además, NyN tiene terrenos y solares, obras en curso y edificios a la venta por importe de 269 millones.
Los frutos de esta enorme montaña de ladrillos son sustanciosos. El negocio de alquiler de pisos, despachos, locales comerciales e industriales, más los parkings aportó el año pasado unas rentas de 82 millones y los hoteles, 44 millones.
Los fondos propios consolidados suman 663 millones. Los créditos bancarios, que gravan parte de los bloques, se cifran en 600 millones. Pero al margen de las deudas contraídas, la banca ha concedido a NyN facilidades adicionales, de las que todavía no ha dispuesto, por más de 420 millones.
REPERTORIO DE ACTIVOS
NyN fue fundado en los años cincuenta por Josep Lluís Núñez Clemente, de la mano de su suegro. Veinte años después, el negocio familiar ya figuraba entre los mayores de su género en Barcelona.
El gran salto adelante se produjo en los años sesenta y setenta. Josep Lluís Núñez compra solares desaprovechados, con fábricas, almacenes, o casas viejas de pocos pisos en Barcelona que no agotan los volúmenes de edificabilidad permitidos por las ordenanzas. Núñez ofrece a los dueños la construcción y una permuta si se asocian, y que estos aporten el predio como capital a cambio de varios pisos del futuro edificio.
En sus casi setenta años de existencia NyN ha visto varias crisis en el sector inmobiliario. La última tumbó a la mayoría de protagonistas del ramo. Pero no hubo un solo ejercicio en que el grupo Núñez cosechara pérdidas. Por el contrario entre 2007 y 2013 aumentó sus fondos propios de 450 a 542 millones.
Josep Lluís Núñez falleció en 2018, tras una larga enfermedad. Por ello, el consejo de administración, que siempre estuvo presidido por él, ahora queda reducido a sus hijos Josep Lluís y Josep M.ª Núñez Navarro, más Maria Lluïsa Navarro.