El gigante inmobiliario Núñez i Navarro, tocado por la pandemia. La constructora y promotora barcelonesa, fundada hace más de 70 años, ha sido una de las perjudicadas por el Covid-19.
La sociedad catalana cerró el 2020 con unas ganancias de 3,4 millones de euros, un 89% menos que el año anterior, cuando registró un excedente de 33,6 millones. A pesar del desplome, producido sobre todo por el cierre de hoteles y la caída del turismo en la ciudad, la compañía está dotada de un patrimonio neto de 697 millones, frente a los 694 millones que anotó el año anterior.
3,4 MILLONES DE BENEFICIO
El negocio, fundado por el empresario Josep Lluís Núñez, posee una cartera de 65 edificios, 750 viviendas en alquiler, más de 13.000 plazas de aparcamiento y en torno a un millar de camas repartidas en una docena de hoteles, entre otros activos. Los fondos propios de NiN están contabilizados en casi 700 millones.
La facturación del grupo se vio truncada en 2020 y registró la cifra de 92 millones, un 34% menos que el año anterior. Este nivel es el más bajo de los últimos cinco años.
526 MILLONES DE DEUDAS
Por sectores, las ventas de edificios alcanzaron los 979.000 euros en 2020, los ingresos por alquileres fueron de más de 81 millones de euros, por los hoteles la empresa se embolsó 7,7 millones e ingresó casi 2 millones por la prestación de servicios.
Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, el gigante del ladrillo, con sede en la calle Comte d'Urgell de la capital catalana, debe a la banca 526 millones a largo plazo y otros 107 millones a corto plazo. En 2020 la masa de pasivos experimentó una leve subida del 1%.
20 SOCIEDADES
El grupo Núñez y Navarro cuenta con 562 trabajadores y está formado por 20 empresas filiales, después de que en el ejercicio 2020 se procediera a la disolución y liquidación de las sociedades participadas Inmobilia Germi SA y Montservi SA.
Capitaneado por José María Núñez Navarro, la empresa echó a andar de la mano de su padre Josep Lluís Núñez Clemente, quien fue presidente de la compañía hasta su fallecimiento en 2018. Junto a su esposa, Maria Lluïsa Navarro, el matrimonio creó la sociedad, que ahora está compuesta por los dos hijos de la pareja y la viuda del empresario.