Los hoteles de Barcelona cerrarán agosto con una ocupación del 65% sobre las plazas ofertadas, tras un verano en el que han ido recobrando la actividad de manera paulatina en paralelo a la vacunación, lo que anima al sector a dibujar un escenario optimista de cara a la temporada de congresos.
El director general del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manuel Casals, ha explicado que la ocupación media de los tres meses de junio, julio y agosto no llega al 50%, muy lejos aún del 90% que se alcanzó en julio y agosto de 2019, antes de la pandemia.
"Ya habíamos avanzado que dábamos el verano por perdido y se ha cumplido más o menos, ya que se ha llegado a este 50% de ocupación con menos de la mitad de los hoteles en activo. Si todos hubieran abierto sus puertas, el porcentaje sería mucho peor", ha apuntado.
13.000 VISITANTES DIARIOS EN HOTELES
En concreto, la ocupación hotelera en la capital catalana no llegó al 30% en junio, se situó en un 55% en julio y ha ido creciendo de manera constante en agosto, hasta situarse en un 60% en la primera quincena y en un 70% en la segunda parte de este mes.
Si en agosto de 2019 unas 63.000 personas dormían cada día en hoteles de Barcelona, el mes que ahora acaba cerrará con unos 19.000 visitantes por noche en estos establecimientos, con una media de 13.000 en todo el verano, según los datos del Gremio de Hoteles.
REBAJA DE PRECIOS
Los hoteleros comparan siempre los datos de este verano con los de 2019, un año de récord para el turismo en Cataluña, y no con los de 2020, cuando el sector resultó tan golpeado por la covid-19 que el gremio solo cuenta con meras estimaciones de actividad. La baja ocupación de los hoteles de la ciudad ha ido acompañada además de una rebaja de los precios, con la que se ha intentado atraer a más turistas
Pese a la situación aún frágil del sector, la evolución positiva de las últimas semanas hace pensar a Casals que estamos ante una tendencia clara de normalización de los viajes, siempre que no se produzca un agravamiento importante de la emergencia sanitaria en la que vivimos.
Respecto a la procedencia de los visitantes, el turista extranjero es el que más ha caído en la capital catalana respecto a 2019, cuando era el mayoritario, mientras que se ha recuperado más el viajero español, seguido del francés, que suele llegar en coche.