La sociedad que opera el muelle de la Marina Port Vell de Barcelona invertirá 20 millones de euros para transformar la zona y convertirla en el primer destino de superyates del Mediterráneo.
El objetivo es impulsar la Marina Port Vell y la marca Barcelona como destino de grandes embarcaciones, así como las diferentes obras de adecuación de los espacios como son la reordenación de los amarres, el proyecto de paisajismo, el proyecto de repostaje y el desarrollo del plan de sostenibilidad.
Está previsto que las obras arranquen durante el primer trimestre del 2022 y que se prolonguen durante 14 meses aproximadamente.
EMBARCACIONES DE LUJO
Actualmente la Marina cuenta con 151 amarres para naves de hasta 190 metros de eslora y con esta remodelación pasará a tener 68 puestos de atraque. La finalidad es especializarse en proporcionar servicios de calidad adaptados al segmento de los superyates, según informan fuentes de la operación a este medio. De esta forma, con el proyecto de reordenación de los amarres, que implica el desmantelamiento de los pantanales A y B, se crearán 23 puestos de atraque para buques de hasta 70 metros de eslora.
La remodelación constará de tres fases: el primero se llevará a cabo en la zona de agua donde se encuentran los barcos, con una superficie de 8.531 metros cuadrados, la segunda actuación es un proyecto para incrementar los espacios verdes –con un total de 17.637 metros cuadrados de superficie– y finalmente la tercera actuación supondrá implementar un sistema de suministro de combustible que “reducirá el riesgo de contaminación ambiental y mejorará la seguridad de la infraestructura”, han indicado los responsables del Port de Barcelona.
BUQUES DE GRAN ESLORA
La Marina Port Vell atrae los yates de más de 60 metros de eslora por su experiencia de mercado y porque es percibida como un destino preferente para los tripulaciones gracias a la ubicación y a sus instalaciones de alta calidad. A día de hoy la Marina es el puerto base del yate más grande del mundo, el Dilbar, una nave de 156 metros de eslora. Sin embargo, hay otros buques que también tienen su amarre habitual en la capital catalana como son el Azteca, el ACE y el yate Cocoa Bean.