Una imagen de archivo de David Sánchez, fundador de Dormity

Una imagen de archivo de David Sánchez, fundador de Dormity

Economía

El Covid provoca un agujero de 1,8 millones a los colchones Dormity

Este fabricante de Terrassa ha renegociado sus deudas bancarias dos veces

14 diciembre, 2021 00:00

Noticias relacionadas

El coronavirus ha golpeado con dureza al grupo Dormity con unas pérdidas de 1,8 millones de euros en 2020. El grueso de los números rojos se debe al cierre forzoso tras el estado de alarma de los establecimientos de la empresa dedicada a fabricar colchones y sistemas de descanso. Los ingresos de la casa bajaron de 22,6 a 18,9 millones de euros.

David Sánchez Farrán es descendiente de una familia productora de colchones. En 2009 fundó en Terrassa el Grupo Dormity.Hoy su conglomerado consta de tres compañías fabricantes y vendedoras. La cabecera se titula Dormity Holding. De ella dependen Sueños Logística y Somnika Beds. La fábrica está ubicada en Rubí.

La evolución negativa del negocio obligó a tomar medidas drásticas. De entrada, Dormity solicitó a sus prestamistas condiciones más benignas a fin de acompasar la devolución de los préstamos a la nueva realidad del mercado.

CARENCIA DE 12 MESES

Tras las oportunas negociaciones, el acuerdo se firmó en julio de 2020. Consistió en la novación de los reajustes suscritos el año anterior. La principal característica del pacto reside en otorgar una carencia de doce meses para el pago de la deuda principal y otra idéntica para los contratos de arrendamiento financiero.

David Sánchez Farrán, propietario y administrador único, afirma en la memoria anual que las facilidades logradas dotan al grupo de capacidad suficiente para poder atender los compromisos de pago. Además, el plan de negocio presentado a la banca prevé una rápida recuperación de las ventas este mismo año.

MEDIDAS PARA COMBATIR EL COVID

En 2020, Dormity hubo de activar un plan de crisis para hacer frente a las nefastas consecuencias de la pandemia. Se aplicó un expediente de regulación durante el confinamiento, que afectó a casi toda la plantilla, integrada por 200 colaboradores. Gracias a ello, los gastos laborales se recortaron un 24%, hasta 5 millones.

También solicitó a los caseros de sus 52 tiendas rebajas de los alquileres. La poda media fue del 19% y el desembolsó por este concepto se contrajo a 3,4 millones. Por último, se consiguió que los proveedores se avinieran a aplazar las deudas anteriores y a ampliar los plazos de pago para las nuevas compras.

FONDOS PROPIOS

Pese a estas iniciativas, los efectos víricos sobre el balance no son desdeñables. Los resultados adversos han situado el patrimonio neto en casi 700.000 euros negativos, cuando un año atrás dicho epígrafe presentaba el mismo saldo, pero de signo positivo.

Del mismo modo, el fondo de maniobra experimentó un vuelco de un año a otro y pasó a arrojar 266.000 euros deficitarios.