La red hotelera Gargallo continuó el pasado ejercicio en números rojos, aunque los comprimió a la décima parte de los saldos registrados en 2020.
Las previsiones para el año en curso son favorables. Apuntan a la vuelta a los números negros. Así, dejará atrás las secuelas del coronavirus.
RENDIMIENTOS
Gargallo siempre fue un consorcio sumamente rentable desde los tiempos fundacionales hace casi setenta años.
La irrupción de la pandemia frenó en seco la racha alcista.
RECUPERACIÓN LÁNGUIDA
En 2021 todavía persistieron en el ramo turístico algunas restricciones. Gargallo hubo de presentar expedientes de regulación de empleo.
Con todo, la afluencia de clientes nacionales colmó con creces las expectativas iniciales. Las llegadas foráneas remontaron escasamente.
RECURSOS GENERADOS
Ambos factores agregados impulsaron la cifra de negocio de 9,4 a 15 millones.
El flujo de caja, que había arrojado un pequeño saldo negativo en 2020, cambió de signo y se disparó hasta 5 millones positivos.
RESULTADOS
Las pérdidas finales se rebajaron de 6,2 millones a 624.000 euros. La trayectoria de Gargallo en el último decenio es fecunda.
Rubricó siete ejercicios con ganancias y tres con déficit, con un excedente acumulado de casi 20 millones.
EFECTOS PATRIMONIALES
Grupo Gargallo escritura unos recursos propios de 141 millones, 7 por debajo del nivel que lucía cuando arrancó el coronavirus.
La mitad de tales fondos corresponden al capital y la prima de emisión.
PASIVOS
La otra fracción son las copiosas reservas cosechadas desde el nacimiento de Gargallo en 1953.
Frente a tal masa patrimonial, la empresa ha contraído préstamos con la banca por importe de 9,5 millones.
ORÍGENES
El promotor Miguel Gargallo Lázaro nació en 1932 en el pequeño municipio turolense de Gargallo.
En los años cincuenta emigró a Cataluña y desempeñó varios oficios hasta que pudo reunir el capital suficiente para abrir una pensión titulada Santa Marta, en la calle General Castaños, de Barcelona.
PROSPERIDAD
Todavía se mantiene en la cartera del grupo, aunque reconvertida en un hotel de dos estrellas.
Aquel modesto albergue fue la semilla que germinó hasta dar lugar al actual consorcio Gargallo.
LADRILLOS
El pionero dedicó todos los excedentes a la apertura de más instalaciones y, sobre todo, a la inversión en bienes raíces.
El valor contable de estos se cifra hoy en 132 millones.
De dicha suma, 122 millones conciernen al parque hotelero. Los diez millones restantes abarcan un lote de 25 locales comerciales, naves industriales y terrenos. Están arrendados a terceros y también en barbecho.
CATALUÑA Y ARAGÓN
El grupo gestiona 19 hoteles, todos propios salvo uno en alquiler, que reúnen 1.518 habitaciones.
Su ámbito de actuaciones se centra en Barcelona, Tarragona, Teruel y Huesca. La plantilla comprende 460 empleados.
La capital catalana acoge el grueso del entramado, con una decena de establecimientos. Figuran entre estos Ciutadella Barcelona, Colonial, Gótico, Barcino, Medinaceli, Rialto y Suizo.
AMO ÚNICO
Miguel Gargallo Lázaro falleció en 2018. La compañía está dirigida por su hijo y heredero Miguel Gargallo Llaquet, que ejerce de administrador.
Por el desempeño del cargo devengó en 2021 una retribución de 140.000 euros.
HOTUSA
Al margen de los extensos haberes citados, el balance consolidado de Gargallo almacena en su activo una participación del 15% de Hotusa. La tiene valorada en libros en 20 millones.
Hotusa es un gigante que alberga 241 hoteles. Nació en Barcelona y huyó a Madrid tras el estallido del procés.
El ente estatal Sepi le inyectó préstamos de 241 millones para evitar su desplome.