Los hoteles de Barcelona han olvidado ya por completo este verano la pesadilla de la covid y cerrarán julio y agosto con una ocupación global de, al menos, el 85 %, muy ligeramente por debajo de 2019, mientras anticipan un septiembre con una elevada actividad gracias al turismo de congresos.

Estas son las cifras más actualizadas que maneja el Gremi d'Hotels de Barcelona, que recaba datos de los 450 establecimientos de la capital catalana, según ha explicado su director general, Manel Casals.

CONGRESOS

"Todos los hoteles de Barcelona están abiertos y con una ocupación global en julio y agosto del 85 %, muy cerca del 87 % de 2019, cuando se batió el récord de visitantes. Además, asistimos al arranque de la temporada de congresos con la celebración estos días del ESC Congress, el más importante del mundo de cardiología, y que hace de tractor del sector de eventos médicos", ha explicado Casals.

Majestic Hotel & Spa Barcelona, reconocido como uno de los 500 mejores hoteles del mundo / MAJESTIC

Además de las previsiones halagüeñas para septiembre por la recuperación de la presencialidad en congresos y eventos profesionales, el portavoz del Gremi d'Hotels admite tener "buenas sensaciones" de cara a octubre.

Sin embargo, alerta de que, a diferencia de los años prepandémicos, ahora se hace muy difícil hacer previsiones ya que los viajeros han acortado la antelación con la planean sus salidas y realizan, por tanto, sus reservas.

"Estamos a la expectativa de lo que pase", ha señalado Casals, preguntado por si comparte los augurios de una eventual recesión económica este otoño.

UN MILLÓN DE VISITANTES EN JULIO

Según el Ayuntamiento, Barcelona recibió en julio un millón de visitantes, que se alojaron en hoteles (752.000) y viviendas de uso turístico (272.000), un 12,7 % menos que en 2019, con un cómputo de cerca de tres millones de pernoctaciones, un 4,4 % por debajo de antes de la pandemia.

Respecto a los precios de las habitaciones, el Gremi d'Hotels asegura que son muy similares a los de 2019. "En todo caso, muy ligeramente por encima", ha apuntado Casals, que destaca que este verano "no tiene nada que ver" con otros ya que la inflación ha disparado los costes energéticos.

Turistas en un chiringuito de la Barceloneta / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

"Y, además de estos costes, los hoteles tienen que pagar la factura del covid. El sector superó la pandemia con su propia capacidad de refinanciación, accediendo a créditos y ahora tiene que pagarlos. No se nos ayudó, más allá de los ERTE, y ahora tenemos que repercutir la factura en el precio", ha apuntado.

PERFIL VISITANTE

La capital catalana ha vuelto a atraer este verano a un visitante mayoritariamente internacional -supuso el 82 % del total en julio-, aunque sí se han producido cambios en su origen.

El turista de los países del entorno de Rusia y de los países asiáticos ha retrocedido debido a la guerra y a las restricciones por el covid, respectivamente, mientras que se ha visto un incremento importante de los ciudadanos de Estados Unidos.

La mayor presencia de los estadounidenses (100.000 en julio) es una buena noticia para Casals, que destaca que realizan más gasto que otros turistas.

Azotea con piscina del hotel The Hoxton / CEDIDA

PLANTA HOTELERA

Para el director general del Gremi d'Hotels de Barcelona, la recuperación del turismo este verano vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la necesidad de ampliar las plazas hoteleras en la ciudad.

"Se hace más evidente esta necesidad. Si Barcelona no es capaz de ampliar su capacidad hotelera, otros destinos absorberán esas inversiones como ocurrió con el establecimiento de Four Seasons que perdió la capital catalana en beneficio de Madrid".

A su juicio, Barcelona no debería dejar pasar oportunidades para captar proyectos singulares y de calidad "porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros, y aquí continuarán viniendo turistas pero con otro perfil, con menos poder adquisitivo y que dejan menos riqueza". 

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