No hay contrato pequeño para ninguna gran fortuna. Eso es lo que debió de pensar la familia Serratosa, una de las más potentes de Valencia, para concurrir a un pequeño contrato del Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de un contrato de solo 16.262,40 euros de un año para realizar el seguimiento y recopilación (clipping) de las informaciones de prensa, radio, televisión y medios digitales sobre el grupo B:SM y el Ayuntamiento de Barcelona. Ciertamente, el día a día del consistorio barcelonés depara más de una curiosidad.
El contrato fue adjudicado el pasado 21 de octubre y podría prorrogarse durante tres años más, a razón de una anualidad en cada prórroga. En todo caso, el monto total no va mucho más allá de los 64.000 euros, impuestos incluidos. ¿Por qué una de las grandes fortunas españolas se interesa por un contrato tan pequeño? Cuestión de marketing. Su empresa Auditoría de Medios (Auditmedia) es una agencia de prensa con un servicio 24/7, es decir, que funciona las 24 horas de los 7 días de la semana. En su ideario, asegura que valora y analiza cada noticia con los datos imprescindibles para poder obtener informes de impacto. De ese modo, analizando todo lo que se publica los 365 días del año, valora el impacto de la presencia del cliente en los medios y se cuantifica la comunicación. La agencia presume de tener entre sus clientes al Ministerio de Sanidad, Mercadona, Endesa, Consum, Bankia o Repsol, entre otras grandes marcas.
CONTROL DE LA IMAGEN
A partir de ahora, podrá añadir a ese elenco al Ayuntamiento de Barcelona, puesto que ha conseguido poner una pica en su estructura. “Constituye el objeto del contrato el servicio de seguimiento y recogida de informaciones relacionadas con el grupo B:SM (B:SM, sus divisiones y sus empresas participadas) y el Ayuntamiento de Barcelona en prensa, radio, televisión, medios digitales, blogs y redes sociales de ámbito local, especialmente de Barcelona ciudad y el Área Metropolitana de Barcelona, nacional y estatal. Este servicio será diario y los 7 días de la semana”, indican las cláusulas del contrato. De momento, se ha previsto un periodo de seis meses de prueba.
La empresa distribuirá a los responsables municipales un informe diario entre las 8 y las 8.30 de la mañana con todas las informaciones de la jornada, enviado a una lista de correo facilitada por la Administración local. “Los informes deberán contener un medidor de la audiencia, el tono y la valoración económica de cada una de las informaciones”. Estos informes “permitirán visualizar y reproducir las noticias sin el uso de enlaces”. Durante el día, la agencia se encargará también de lanzar alertas de informaciones de relevancia con una frecuencia máxima de dos horas, así como “un listado dinámico de términos de búsqueda indicado por BSN (palabras clave)”. Cada lunes, antes de las 10 de la mañana, también debe hacer llegar a los responsables municipales un informe semanal de las informaciones aparecidas la semana anterior en cualquier medio de prensa.
UN IMPERIO ECONÓMICO
Esta estratificación de la información da cuenta de la importancia de la comunicación en la estructura municipal, un área especialmente sensible si tenemos en cuenta que estamos a siete meses de las elecciones municipales y que es fundamental el control de la información y la reacción de la Administración ante noticias o informaciones que sean negativas para su imagen.
Auditmedia es una empresa creada en 2007 pero controlada por la sociedad Inversiones Zriser y su grupo empresarial, en manos de los hermanos Pablo y Ana Serratosa. Esta familia es una de las más poderosas de Valencia. En la capital valenciana es propietaria, por ejemplo, los edificios Alfahuir, Mediterráneo, Albereda y Ayuntamiento 27, además de locales comerciales y solares. En el mercado de capitales, opera en fondos de inversión, renta fija y variable, hedge funds, divisas, etcétera. Además, controla un sinfín de marcas comerciales y empresas, como la cervecera Tyris, Agroterra, Punt (muebles), THU, Flamingueo, Alción, Play Film o Cocunat.
ENFRENTAMIENTO CON MARIO CONDE
Los orígenes del capital de la familia Serratosa se retrotraen a sus negocios con Valenciana de Cementos, una compañía comprada por la mexicana Cemex que llenó los bolsillos de los Serratosa de pesetas (al cambio, fue una operación de 751 millones de euros). De hecho, la familia se enfrentó a todo un tiburón de los negocios: Mario Conde intentó controlar la firma valenciana, pero los Serratosa y otros socios compraron acciones y evitaron que Banesto la controlase. Todo un hito, teniendo en cuenta que Conde era, en aquellos momentos, el financiero más audaz y poderoso de España.
Tras esa operación, la familia diversifica entonces sus negocios y la nueva generación emprende caminos diferentes. Una parte optó por el sector inmobiliario y sufrió la crisis de hace una década. Los activos en Uralita o en Air Nostrum no fueron tan bien como se esperaba, aunque otros no fueron tan mal, como los de Gamesa, Nefitel, Coca-Cola Colebega (en 1955, los Serratora fundaron Colebega junto a la familia Gómez-Trénor) o el Complejo Medioambiental de Andalucía. Pablo y Ana Serratosa salieron de Nefinsa, el buque insignia familiar, y crearon el grupo Zriser. Tuvieron algunos contratiempos, sobre todo en el sector de las energías fotovoltaicas: su primera inversión importante, Siliken, perdió 100 millones de euros debido a la competencia china y al recorte de las ayudas a las renovables.
Pero diversificaron sus negocios desde hace tres lustros y hoy, Siliken, junto a otras sociedades, es empresa boyante. Los hermanos compraron y vendieron compañías con acierto: desde McBath a Clínica Baviera, adquirida por el grupo chino Aier Eye Hospital, que les supuso más de 4 millones en plusvalías. Su decidida apuesta por invertir en empresas de corte tecnológico o de comercio electrónico, o en start-ups punteras, no quita el que con sus propias compañías exploren nuevos nichos de negocio fuera de Valencia. Ahora le ha llegado el turno a Cataluña.